- El lince ibérico pasa de ser una especie «en peligro de extinción» a «vulnerable», según la UICN
- Nacen las primeras crías de lince ibérico de la temporada en Doñana
El viaje del lince ibérico ‘Troncho’ ha supuesto un antes y un después en la conservación y supervivencia de la especie. Este joven ejemplar, procedente del programa cría en cautividad, fue liberado el pasado 2023 en Sierra Arana, una de las nuevas zonas de reintroducción seleccionadas en el proyecto de conservación LIFE LynxConnect y, desde allí, ha establecido una nueva ruta por el Levante hasta llegar a Castilla-La Mancha.
Tal y como ha explicado el director general de Política Forestal y Biodiversidad, Juan Ramón Pérez, «la estrecha y fluida coordinación entre los socios del proyecto LIFE Lynxconnect en Murcia y Castilla-La Mancha, la colaboración con los técnicos y agentes medioambientales de estas comunidades, así como el acceso a la visualización de la plataforma del collar GPS han permitido el control y seguimiento de ‘Troncho’ desde el momento de su liberación».
En este sentido, el director general ha destacado que «la información obtenida de estos desplazamientos de ejemplares confirma que la estrategia del proyecto europeo es realista, ayuda al equipo a diseñar nuevas áreas para potenciar esta conectividad y además se puede utilizar para rentabilizar las inversiones enfocadas a las mejoras de hábitat y desfragmentación, con el objetivo de conectar las poblaciones».
Desde su suelta en Sierra Arana, este joven lince permaneció los primeros días en el entorno de la zona de liberación y enseguida inició un movimiento dispersivo hasta llegar a un área cercana a Fiñana, en Almería. Posteriormente, desde allí se desplazó pocos días después hasta la Sierra de Gador, donde permaneció casi un año.
Y en este punto, ‘Troncho’ se desplaza hacia el Levante y establece una especie de corredor para dejar Andalucía y llegar hasta Puerto Lumbreras, en Murcia. Pero no será el único punto de la región, ya que continuó su camino hasta Sierra Espuña y, después de más de un año de viaje, se ha encontrado en Campos de Hellín, la nueva zona de reintroducción de Castilla-La Mancha.
Más de 25 kilómetros en una jornada
Pérez ha indicado que «los datos obtenidos evidencian, entre otras cosas, que algunos ejemplares de lince ibérico son capaces de realizar desplazamientos superiores a los 25 kilómetros en una misma jornada, lo que acredita que la conexión entre las actuales áreas de reintroducción es posible; así como la capacidad de supervivencia, alternado en sus desplazamientos a zonas con distintas densidades de conejo de monte, aunque esta última circunstancia puede considerarse excepcional, puesto que en una zona con escasez de conejos no sería posible mantener en ellas poblaciones estables y reproductoras de la especie».
Además, otro aspecto a destacar ha sido la colaboración mostrada por la mayor parte de fincas, tanto aquellas que cuentan con acuerdos de colaboración del proyecto LIFE LynxConnect, como aquellas fincas ubicadas fuera de las zonas de suelta por las que han transitado los linces que han realizado movimientos dispersivos de mayor entidad.
Otros desplazamientos de larga distancia
Este no sería el único caso de desplazamientos de larga distancia de ejemplares, puesto que ya se confirmaron otros entre dos países, en concreto, de los linces ‘Caribou’ en 2010, ‘Hongo’ en 2013, ‘Kahn’ y ‘Kentaro’ en 2015 y ‘Litio’ en 2016. De hecho, la dispersión de jóvenes machos linces antes de estabilizar territorios con condiciones adecuadas de alimento y presencia de congéneres es un fenómeno común.