El siluro, un pez de agua dulce perteneciente a la familia Siluridae, es originario de Europa Central y conocido popularmente como pez gato. Este pez se caracteriza por su cuerpo largo y alargado, cubierto por una piel lisa sin escamas y rodeada de mucosa. En las últimas décadas, la pesca del siluro ha ganado popularidad en diversas zonas rurales. Sin embargo, desde su introducción en España en 1974, esta especie invasora ha ido expandiéndose, poniendo en riesgo la biodiversidad en varios ecosistemas.
Presencia en la Cuenca del Guadalquivir
La primera identificación de un siluro en la cuenca del Guadalquivir se registró en 2011, en el embalse de Iznájar. Desde entonces, esta especie invasora ha ido expandiéndose, con más ejemplares encontrados en el río Ribera de Huelva. Esta situación pone en alerta al Bajo Guadalquivir, una región de alta biodiversidad en Andalucía con elevado valor ecológico y comercial. Un estudio de la Universidad de Córdoba, en coordinación con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, destaca la preocupación por esta expansión.
Impacto en el ecosistema y la pesca
El catedrático Carlos Fernández, uno de los autores principales del estudio, subraya la complejidad de manejar la población de siluros en el Bajo Guadalquivir, donde se encuentra Doñana, un importante centro ambiental. La presencia de siluros también puede afectar la pesca del cangrejo rojo, de albures y de muchas especies de interés comercial, que se ven impactadas por la voracidad de los siluros.
Características y tamaño del Siluro
Los siluros pueden alcanzar tamaños impresionantes. Algunos ejemplares superan los 100 kilos de peso y pueden medir más de dos o tres metros. Este pez es considerado el pez de agua dulce más grande de Europa y el tercero más grande del mundo. Además de su tamaño, el siluro es un depredador voraz en los entornos que habita. Se alimenta masivamente de especies autóctonas, principalmente macroinvertebrados y otros peces, lo que puede poner en peligro el equilibrio de los ecosistemas.