El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha cifrado este jueves en cinco millones de euros mensuales el coste de transportar en barco agua desalada hacia puertos andaluces para el abastecimiento de las poblaciones con mayores problemas con la sequía. Moreno ha elevado hasta los 20 millones su gasto total para una previsión de cuatro meses, como mínimo los tres de verano. Costes al margen, el presidente ha manifestado que concibe el transporte de agua como «último recurso, un recurso límite».
El presidente andaluz ha argumentado que esta cifra responde a «un tanteo que hacemos con los operadores», aunque «puede ser un poquito más caro». Aún así, ha precisado que «no es exacta, puede ser flexible» por el hecho de que «depende de los acuerdos a los que finalmente lleguemos». Se trataría de tener «un barco al día» con la previsión de que puedan llevar 100.000 metros cúbicos de agua, ha apuntado, aunque «no todo los barcos tiene la misma capacidad».
El presidente andaluz ha detallado que ese agua habría que llevarla a una planta depuradora para después distribuirla por la red habitual, antes de expresar el deseo de que «ojalá que no tengamos que usarlo». Moreno ha reconocido el trabajo de la Junta de Andalucía con los operadores navieros, ya que se se trata de «barcos que son muy específicos», al tiempo que ha reconocido que aún se está viendo qué desaladora se utilizaría.
Colaboración con el Estado
La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera ha lamentado no poder ser más precisa sobre qué instalación llevaría a cabo esta tarea ni por cuánto, al ser una infraestructura que no pertenece a Acuamed, la empresa pública que depende de su ministerio. Aún así, ha asegurado que el trabajo de su departamento se encamina en estos momentos a «identificar las desaladoras que no están a pleno rendimiento».
Ribera ha situado en unos 60 céntimos el metro cúbico el coste de desalar el agua, que «esa parte la estaría cubriendo el Estado», así como el traslado del agua hasta el puerto, al igual que se ha hecho con Cataluña desde Sagunto (Valencia). Además, ha asegurado «un esfuerzo presupuestario para garantizar ese recurso», que implicaría «la participación, la implicación de otras comunidades autónomas».
«Trabajaríamos con la Junta de Andalucía para buscar la fórmula de transportar ese agua, de la planta desaladora hasta un barco a través de un tubo», ha explicado Teresa Ribera.
Desaladoras operativas entre 2027 y 2028
La ministra ha proyectado la entrada en funcionamiento de desaladoras como la Axarquía en Málaga y en Almería para el largo plazo, admitiendo que no estarán listas «hasta 2027-2028». Reconoce que esto supera la urgencia actual.
Ante este panorama, Ribera ha considerado otras «opciones intermedias», como aumentar la capacidad de desalación en El Atabal, una planta en Málaga operativa desde 2005. Esta planta produce 165.000 metros cúbicos de agua tratada diariamente y asegura el suministro de agua en la capital malagueña.