La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha informado de que las reservas de agua andaluzas están en los niveles más bajos de los últimos 25 años. Se ha producido una reducción del 63% en las aportaciones de agua en los embalses respecto a la media histórica, según han detallado. La cuenca se sitúa así al 24,9% de su capacidad y el Sistema de Regulación General (SRG) presenta un 21,9 % de llenado.
Pese a las últimas lluvias, que han hecho que desde el pasado octubre se recojan 311 litros por metro cuadrado y la cuenca se acerque a la media histórica de 316, la situación sigue siendo desfavorable y similar a la del 2023, «o incluso peor», según ha recogido la CHG en un comunicado.
La cuenca almacena actualmente 2000 hectómetros cúbicos (hm3), lo que supone 60 hm3 menos que hace un año, mientras que el SRG cuenta con 1236 hm3, 17 hm3 menos que en febrero de 2023, y con un déficit de 30 puntos porcentuales respecto a la media histórica. Asimismo, las aportaciones a los embalses de la demarcación del Guadalquivir en lo que va de año hidrológico (1 de octubre a 30 de septiembre) han sido de 760 hm3, cuando la media de los últimos años se sitúa en 1611 hm3.
Con esta situación hidrológica parecida a la de 2023, la próxima campaña de regadío se dibuja también análoga a la anterior aunque las dotaciones se concretarán en la próxima Comisión de Desembalse prevista para principios del mes de abril. La cuantía final de estas dotaciones dependerá así de las lluvias últimas de invierno y de la primavera. Según las predicciones meteorológicas, se esperan precipitaciones para los próximos días de febrero, con especial incidencia en la zona de Jaén, y un marzo lluvioso.
UPA-A confía en que la lluvia permita mejorar dotaciones
El secretario ejecutivo de UPA Andalucía, Elio Sánchez, ha mostrado su preocupación por la sequía, aunque confía en que se vuelvan a producir episodios de lluvia importantes en los próximos meses. Así, ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que cuando llegue la campaña de riego, a partir del 1 de mayo, «se tengan en cuenta criterios sociales y de supervivencia de los cultivos a la hora de repartir el agua».
«Ahora mismo estamos hablando de previsiones, pero ya está claro que no son demasiado favorables. Habrá cultivos, como el año pasado, caso del algodón o el arroz, que no podrán plantarse porque las dotaciones de riego los harán inviables», ha subrayado Sánchez. El secretario ha pedido que «si estos escenarios se confirman, el reparto no solo sea proporcional entre los territorios que conformamos la Cuenca, sino que se atiendan otras cuestiones de índole social y para garantizar aquellos cultivos que puedan sacar adelante las cosechas».