El acuífero de Doñana enfrenta una situación crítica, con la mayoría de sus zonas en estado de «alarma» debido a la escasez de lluvias, según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). El informe correspondiente al año hidrológico 2022-2023 revela que, a pesar de las disminuciones en las extracciones, el acuífero sigue bajo presión.
El Parque Nacional lleva «doce años consecutivos» sin que ninguno de sus acuíferos fuera considerado como húmedo», por lo que es «el periodo de esta duración (doce años) más seco desde 1970», dicta el informe.
De los 16 sectores evaluados, ninguno está en situación normal. Tres están en «prealerta», tres en «alerta» y diez en «alarma». La CHG destaca la urgencia de tomar medidas para evitar el deterioro y revertir la situación para 2027, incluyendo restricciones en la concesión de agua para riego y la necesidad de reducir las extracciones en áreas críticas.
Las propuestas también incluyen cerrar captaciones ilegales, eliminar regadíos no legalizables y la implementación completa del trasvase de 19,99 hectómetros cúbicos según la Ley 10/2018. Se destaca la importancia de una gestión conjunta de aguas superficiales y subterráneas.
Para respaldar estas medidas, se propone la elaboración de Planes de Extracción, el fortalecimiento de la guardería fluvial y la integración de la modelización hidrogeológica de Doñana en las decisiones diarias de la CHG. Estas iniciativas buscan asegurar la sostenibilidad del acuífero y preservar este vital recurso hídrico en la región.