Sotillo, el lince rescatado hace una semana en un árbol en el municipio jiennense de Úbeda por el personal del equipo de Recuperación del Lince Ibérico de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta, procedía de Sierra Arana (Granada), donde se está trabajando en la creación de una nueva población de lince ibérico. Gracias a este viaje, ahora este ejemplar se convierte en protagonista y establece la conexión entre Granada y Jaén.

Así lo ha manifestado el coordinador regional del proyecto Life LynxConnect, Javier Salcedo, quien ha señalado que «este ejemplar, liberado el pasado mes de diciembre en el término municipal de Iznalloz (Granada), abre camino para conectar diferentes núcleos de población de linces, haciéndolo, en este caso, entre la incipiente población de Sierra Arana con la de Sierra Morena».

En este sentido, tal y como ha afirmado el coordinador regional, «este episodio es una prueba más del éxito del programa de recuperación y conservación de la especie, ya que se cumple con el factor de conexión». De hecho, el principal objetivo del proyecto Life LynxConnect es la conectividad entre los núcleos de Lince ibérico para asegurar una metapoblación funcional autosostenible y viable.

Asimismo, Salcedo ha puesto en valor el buen funcionamiento y la coordinación de todos los equipos y Agentes de Medio Ambiente; así como ha agradecido a todos los vecinos de Úbeda, a la Policía Local y al cuerpo municipal de Bomberos su colaboración y disposición en el dispositivo de captura del animal en una parcela de una vivienda.

En esta línea, el coordinador regional del proyecto ha destacado lo bien conectada que se encuentra la población de lince ibérico en Andalucía y el apoyo con el que cuenta la administración de los dueños de las fincas, los cazadores y la sociedad en general para recuperar y cuidar a esta especie protegida.

Actualmente, Sotillo permanece en el centro de cría del lince ibérico de La Olivilla, en el Parque Natural de Despeñaperros, y se encuentra en perfecto estado; si bien debe permanecer unas semanas en dichas instalaciones hasta que se rebajen los niveles de estrés y sea devuelto al medio natural. «En el momento de su captura se le realizo un chequeo para comprobar su estado, que resultó satisfactorio y, una vez valorados los resultados de las muestras analizadas tras el chequeo, si todo es correcto, se procederá a su liberación en el medio natural», ha concluido el coordinador general del proyecto.

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