La contribución a la economía circular a través del reciclaje de envases sigue afianzándose entre los andaluces consiguiendo que cada vez más envases puedan convertirse en nueva materia prima para crear, a partir de ellos, otros productos como textiles, mobiliario urbano, tuberías y nuevos envases. De hecho, en 2022 en Andalucía se enviaron a instalaciones recicladoras 272.306 toneladas de envases domésticos de plástico, metal, briks y papel y cartón para ser reciclados y darles una nueva vida, una leve bajada de un 0,8% con respecto al año anterior.
Estos datos que, junto con los del resto del país, se comunican anualmente al Ministerio de Transición Ecológica, consolidan los datos de envases totales reciclados industriales, comerciales y domésticos que España reporta a Europa.
Por tipo de material, de las 272.306 de toneladas recicladas, 133.650 toneladas fueron de envases plásticos; 96.899 correspondían a papel y cartón; 39.609 fueron envases metálicos; y 2149 toneladas eran de envases de madera.
Del total de toneladas de envases reciclados, 169.894 procedían de los envases que los ciudadanos separaron en los contenedores amarillos y azules de la calle y en las papeleras de colores instaladas en espacios de gran afluencia de público, como parques temáticos, aeropuertos, estadios de fútbol, oficinas y bares y restaurantes. La cantidad restante se consiguió recuperar de las plantas de la fracción resto, adonde llegan todo tipo de residuos sin separar.
De hecho, la implicación ciudadana es fundamental para el proceso de reciclaje. La separación que ciudadanos y ciudadanas hacen en sus hogares y otros espacios es el primer paso de un largo proceso industrial que acaba en una instalación recicladora, que es la que convierte los residuos en nueva materia prima.
Así, en 2022, cada andaluz separó 20,7 kilos de envases plásticos, latas, briks y papel y cartón para hacer posible su reciclaje. Estos datos van en línea con los objetivos que marca la nueva legislación nacional y ambiental para mejorar la cantidad y la calidad de la separación que los ciudadanos realizan.
Por eso, y a pesar de que este hábito de separar para reciclar está muy asentado, el objetivo es que cada año los ciudadanos de Andalucía lo hagan más y de mejor forma. Para ello, es fundamental que cuenten con infraestructuras y servicios les facilite esta tarea, como son los 50.850 contenedores amarillos (97 contenedores más que en 2021) y los 36.585 azules (1.317 más) que hay en la calle, así como las más de 7.700 papeleras de colores disponibles en otros espacios.
«Tenemos claro que uno de nuestros principales objetivos es acercar y poner fácil el reciclaje a los andaluces y andaluzas, empezando por los más pequeños. Por eso, a través del proyecto educativo Recapacicla, el año pasado entregamos más de 8.300 papeleras a 1000 centros educativos, para que puedan contar con los medios para reciclar los envases que se generen en ellos», ha declarado Antonio López, gerente de Ecoembes en Andalucía.
Además, añade que «estos datos demuestran que el reciclaje en el contenedor amarillo y azul es un hábito muy asentado en la sociedad andaluza. Cada vez son más las personas que con sus acciones cotidianas quieren contribuir al cuidado del medioambiente no solo reciclando los envases, sino también reduciendo su uso y reutilizándolos siempre que sea posible. Desde Ecoembes hemos contribuido a ello en este 2022 colaborando con las entidades locales mejorando con la contenerización, e impulsando un año más la recogida selectiva fuera del ámbito del hogar mediante el suministro de más de 10.000 papeleras amarillas y azules».
Así, gracias a la contribución de los andaluces, el pasado año se enviaron instalaciones recicladoras 1.627.313 toneladas de envases a nivel nacional. De esta forma, se ahorró el consumo de 21,46 millones de m3 de agua y de 6,72 millones de MWh de energía, además de evitar la emisión de 1,69 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. En 2022 también destacó que el 20% de los envases domésticos de plástico puestos en el mercado incorporaron material reciclado, fomentando así su circularidad.
En definitiva, el reciclaje de plástico, metal, papel y otros materiales sigue siendo uno de los objetivos principales de Andalucía, y su consecución parece haber progresado notablemente vistas las cifras de 2022, a pesar de su leve bajada.