El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte, ha presentado el inicio de los trabajos para la conservación del Dosel del Corpus y el Terno Blanco del Ajuar de la Virgen de los Reyes, piezas textiles pertenecientes a la Catedral de Sevilla, y la restauración finalizada del repostero carmesí sobre terciopelo de seda. Se trata de la última colaboración de la Catedral con el IAPH, que inició su confianza en el Instituto en 1995 con la restauración de una pieza textil, el pendón de San Fernando del siglo XIII.

La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, acompañada del deán-presidente del Cabildo Catedral de Sevilla, Francisco José Ortiz, el director general del IAPH, Juan José Primo, la delegada territorial de Cultura y Deporte, Carmen Ortiz, y el delegado de Administración y Patrimonio del Cabildo, Francisco Román, ha destacado «la importancia vital de la colaboración, de la suma de esfuerzos entre instituciones, para garantizar la correcta preservación y difusión de nuestro patrimonio».

La intervención para reforzar y estabilizar este repostero, ha señalado, «se suma a la larga lista de intervenciones en piezas patrimoniales de la catedral de Sevilla llevadas a cabo por el IAPH. Algunas de ellas tan conocidas como el caso de la restauración del Giraldillo, la intervención de las imágenes de la Virgen de los Reyes y la Virgen de Belén, de Alonso Cano, o las obras emblemáticas de Hernando de Esturmio, Pedro de Campaña, Francisco Pacheco o Martínez Montañés».

Los trabajos de restauración en el Terno Blanco de la Virgen de los Reyes y el Dosel del Corpus, por su parte, se desarrollarán durante nueve y dos anualidades, respectivamente, e incluyen la redacción de un proyecto de conservación y la ejecución material de los tratamientos, como han detallado los técnicos del Taller de Textiles del IAPH.

El Terno Blanco del Ajuar de la Virgen de los Reyes, conocido como ‘de los castillos y leones’, es un conjunto textil datado en 1884 y ejecutado por Rosa Gilart, bordadora en el taller de cámara de Isabel II. En su origen, algunas piezas formaron parte de un traje de gala de la reina, de estilo romántico. Actualmente, está constituido por nueve elementos; seis corresponden al traje de la Virgen (pecherín, mangas, puñetas y falda -que conforman la saya-, más manto y zapatos) y tres, al traje del Niño (chaqueta, pantalón y capa).

El equipo de intervención ha detallado que el terno «está realizado con hilos metálicos de plata sobredorada en un tejido de raso de seda de color crudo». Y en su decoración destacan «cenefas de castillos y leones, pequeñas flores salpicadas y remates de encaje».

Aunque su estado de conservación es aceptable, los expertos han señalado que presenta patologías que afectan tanto a nivel estético como conservativo, especialmente relacionadas con oscurecimiento de hilos metálicos y problemas de corrosión.

Por su parte, el Dosel del Corpus, de gran tamaño -sus medidas son 512×56 centímetros-, es una pieza anónima, atribuida a un taller italiano de finales del siglo XVIII. Está realizado con la técnica del bordado de aplicación, con realce, sobre un tejido de base de terciopelo rojo y entretela de arpillera. Incluye un remate de 87 y 182 centímetros. La decoración floral utiliza recortes de tejidos labrados con tramas de hilos metálicos.

El conjunto presenta, según los especialistas, «acumulación de polvo, pérdidas e hilos metálicos sueltos, y desplazamiento del tejido con respecto a la madera que lo sustenta». Este estado de conservación está provocando una alteración visual y estética que mejorará con la restauración en el IAPH. Entre las actuaciones que se van a llevar a cabo se encuentra una revisión del sistema de sujeción para no afectar a tejidos y bordado.

Repostero carmesí, ya restaurado

Por otro lado, la consejera de Cultura y Deporte ha presentado la finalización de la restauración del repostero carmesí, pieza de terciopelo de seda del siglo XVII, que presenta unas dimensiones de 268×265 centímetros, también intervenida en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.

Con esta restauración, «el equipo del IAPH ha logrado una estabilización de las alteraciones en el tejido de base y los bordados, que sobre todo estaban relacionadas con pérdida de material, roturas y elementos sueltos, deformaciones, depósitos de cera y alteraciones de color», ha explicado Del Pozo.

El repostero cuenta con bordados de las diferentes caras de la Giralda, en los ángulos. Llama la atención especialmente la significativa representación central del escudo catedralicio, en línea con la función inicial de la pieza, asociada a la decoración o colgadura en vertical como modo visual para la identificación institucional. Tras esta intervención, ha añadido Del Pozo, «el repostero podrá seguir teniendo el uso para el que fue creado», siguiendo siempre, como es habitual en este tipo de actuaciones, las recomendaciones de mantenimiento y manipulación.

Con estas intervenciones, el IAPH vuelve a demostrar ser un centro de referencia para la restauración de bienes de carácter textil, especialmente con piezas de grandes dimensiones. Y es que el Instituto está acostumbrado a adaptar sus dinámicas de trabajo a las necesidades y los desafíos que presenta cada una de las obras.

«Gracias a sus instalaciones, medios técnicos y, sobre todo, a la alta especialización de su personal es posible abordar con éxito restauraciones en tejidos históricos tanto de grandes dimensiones, como de los materiales y cronologías más diversas», ha añadido la consejera.

Deja un comentario

Deja un comentario