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El Rocío es una de las fiestas religiosas más populares de Andalucía y su origen está en una leyenda que tiene a un cazador como protagonista. Miles de peregrinos realizan una travesía desde distintos puntos de la comunidad (y de España) a la localidad onubense de Almonte para mostrar sus respetos a la Virgen que da nombre a la festividad. La historia que relata el origen de El Rocío se remonta nada menos que al siglo XV.
La leyenda que rodea el origen de esta festividad se teje alrededor de un cazador y un encuentro fortuito en un bosque cercano a Almonte. Se cuenta que, en una de sus expediciones, el cazador se topó con una estatua de la Virgen María en el bosque. Movido por el hallazgo, el cazador decidió llevar consigo la imagen hacia su localidad. Sin embargo, durante el trayecto, el cansancio lo venció y se quedó dormido. Al despertar, notó que la imagen había desaparecido de su lado. Regresó entonces al lugar donde encontró la imagen y, para su sorpresa, la Virgen estaba allí, en el mismo sitio.
El cazador compartió la experiencia con el clero y los habitantes del pueblo. Todos se dirigieron al lugar del descubrimiento y constataron con asombro la veracidad de su relato. La imagen de la Virgen, milagrosamente, estaba intacta a pesar del tiempo transcurrido al aire libre. Inmediatamente, se tomó la decisión de llevar la imagen en procesión hasta el pueblo, donde fue venerada temporalmente como la Virgen de Los Remedios o de Las Rocinas
La imagen de la Virgen María encontrada por el cazador pronto adquirió fama de ser portadora de milagros y bendiciones. Se cuenta también que, en 1653, durante una época de sequía devastadora, un vecino imploró el milagro de la lluvia a la Virgen. Su súplica fue escuchada y las lluvias regresaron, un evento que le valió el título de La Reina de las Marismas. Se construyó una modesta ermita en honor a la Virgen del Rocío, como fue llamada, y se convirtió en un lugar de peregrinación para los devotos.
Con el paso de los años, la devoción hacia la Virgen del Rocío se extendió más allá de las fronteras de Almonte. La ermita se convirtió en un importante centro de peregrinación, y la celebración en honor a la Virgen se consolidó como una de las festividades más importantes de la región.
El momento cumbre de la Fiesta del Rocío es la procesión en la que la imagen de la Virgen del Rocío es llevada en hombros desde su ermita en Almonte hasta la aldea de El Rocío, donde se encuentra la iglesia principal. Este recorrido, es acompañado por cánticos, bailes y oraciones, creando una atmósfera única de devoción y alegría.