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El Sindicato Médico Andaluz (SMA) ha solicitado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) la adopción de medidas urgentes para prevenir agresiones a los facultativos de Atención Primaria y evitar su sobrecarga laboral.
La primera medida está relacionada con el uso irregular del nombre y firma de los Médicos de Familia en las altas por incomparecencia de pacientes de baja. En la actualidad, el sistema informático DIRAYA emite estas altas de manera automática sin el conocimiento del Médico de Familia. A pesar de ello, el sistema incluye en el parte el nombre del médico y su conformidad con el alta, lo que supone una irregularidad manifiesta.
Esta práctica es fuente de amenazas y agresiones de algunos pacientes a sus Médicos de Familia, a los que atribuyen un alta que ha sido generada de manera automática sin su conocimiento.
La gravedad que pueden revestir estas agresiones queda ilustrada por las amenazas de muerte recibidas recientemente por una facultativa en el Centro de Salud de El Mirador, en San José de La Rinconada. El agresor acudió al centro portando un hacha tras una de estas altas automatizadas. La sensación de indefensión y la indignación del colectivo aumentó al conocer que la Inspección Médica había anulado el alta de este agresor, que debía recoger los partes de confirmación de su baja en el mismo Centro de Salud donde había llevado a cabo sus amenazas.
Resulta incomprensible e indignante que el sistema proteja de este modo al agresor mientras su víctima se encuentra de baja médica por ansiedad, atemorizada ante la posibilidad de volver a encontrarse en su Centro de Salud con una persona que la amenazó de muerte.
Al mantener en vigor este procedimiento, el SAS contradice de hecho sus declaraciones institucionales en contra de las agresiones y muestra una insensibilidad frente a esta cuestión que acrecienta la sensación de indefensión y la zozobra anímica de los facultativos.
Por todo ello, hemos solicitado al SAS que adopte de manera urgente las medidas necesarias para corregir esta irregularidad y proteger a los profesionales de esta fuente de agresiones.
En segundo lugar, hemos expuesto al SAS la sobrecarga inaceptable de los Médicos de Familia que se va a producir como consecuencia de los trámites administrativos recogidos en el Decreto-Ley 3/2024, de 6 de febrero, para la tramitación de la Dependencia.
Desde este 1 de abril, fecha en la que entra en vigor este Decreto, los Médicos de Familia serán los encargados de rellenar y suscribir el modelo de informe que incluye todos los diagnósticos que figuran en la historia digital del paciente solicitante de Dependencia.
Esta disposición no ha tenido en cuenta la carga burocrática que ya recae sobre los Médicos de Familia y ha sido elaborado a espaldas de sus representantes sindicales, liberando de trámites administrativos a las Delegaciones territoriales, cuando lo lógico hubiera sido
centralizar todos los trámites administrativos desde estas otorgándoles acceso a las historias digitales de Diraya.
En consecuencia, hemos solicitado al SAS que corrija esta circunstancia, que vuelve a hacer recaer los trámites de otras instituciones sobre los Médicos de Familia de Atención Primaria
llevando su sobrecarga laboral a niveles inasumibles.
Mucho nos tememos que el SAS volverá a ignorar nuestras peticiones. Por desgracia, los actos de sus responsables no suelen ser acordes a las buenas intenciones que declaran en relación con la lucha contra las agresiones y la evitación de la sobrecarga laboral de los facultativos.