Una propuesta de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha tomado forma después de que el Consejo de Gobierno tratara el asunto en su sesión del pasado lunes. La iniciativa consiste en que los colegios andaluces puedan organizar conciertos de música de Semana Santa, asistir a ensayos de bandas profesionales y estudiar las biografías de compositores como Manuel López Farfán, Manuel Font de Anta, Abel Moreno y Manuel Marvizón, entre otras actividades.
El Gobierno andaluz enviará una circular a los centros con el fin de establecer pautas comunes de organización y programación de actividades relacionadas con este patrimonio musical, y orientadas a promover el conocimiento y la reflexión en torno a las distintas manifestaciones musicales del género como elemento singular del patrimonio cultural andaluz.
Las actividades se harán durante la semana lectiva previa al periodo de vacaciones de Semana Santa, especifica la instrucción. Las actividades se harán dentro del horario lectivo aunque, «en ningún caso formarán parte del proceso de evaluación del alumnado». Además de las actividades antes descritas, se podrán realizar visitas a capillas, recrear un pequeño museo cofrade, investigar sobre partituras manuscritas de archivos, trabajar en la transcripción de partituras, implementación de repertorios o piezas en las materias, áreas o ámbitos curriculares de música en los colegios e institutos.
Recursos didácticos
Para posibilitar la labor de los centros docentes, se ha puesto a disposición del profesorado un conjunto de recursos didácticos para facilitar el desarrollo de las actividades. Asimismo, los currículos de las etapas de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato en Andalucía fijan entre los objetivos a conseguir en dichas etapas conocer y respetar el patrimonio cultural de Andalucía, partiendo del conocimiento y de la comprensión de la cultura andaluza.
La Semana Santa ha sido declarada Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Desde su función como forma de expresión de la religiosidad popular, a su papel como marcador identitario; pasando por su importancia como vehículo de conocimientos tradicionales y su relación con oficios artesanos.
El desarrollo de esta actividad musical implica a un gran colectivo de músicos integrado por compositores, directores, archiveros, instrumentistas y cantantes, además de formaciones instrumentales como bandas de música, bandas de cornetas y tambores, grupos de música de capilla, coros y saeteros, repartidas a lo todo lo largo y ancho de la geografía andaluza.