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Estupenda Márquez (Málaga) cuenta que, cuando lee los mensajes de odio que le llegan en redes sociales, se pregunta: «¿Por qué estoy haciendo esto?». A veces, encuentra la respuesta en esos mismos mensajes: si aún existen ese tipo de mentalidades, quizás haya personas que puedan replantearse sus puntos de vista. Para esta creadora de contenido, que se describe a sí misma como un «remolino de Torremolinos», la cultura es un requisito para poder ser críticos con la sociedad y nosotros mismos. Su presencia en redes tiene un objetivo claro: visibilizar al colectivo LGTBIQ+ y contar sus historias, sin olvidar ninguna de sus letras.  

Sus comienzos se debieron a un cúmulo de factores. Por un lado, ya se dedicaba a crear contenido en Internet de forma profesional y una persona muy conocida en redes le ofreció trabajar con ella. «¿Cómo me voy a ir a trabajar para sacar adelante el proyecto de otra persona cuando, realmente, tengo las herramientas para hacer algo que a mí me interpele más?», se preguntó. Además, la vida de su pareja influyó en su decisión. Al trabajar como maestra, organizó varias actividades por la Semana Contra la LGTBfobia en un colegio, lo que causó un fuerte revuelo y rechazo. La mala experiencia de su compañera hizo a Márquez replantearse la necesidad de divulgar e informar sobre temas LGTBIQ+. «Fue la gotita que llenó el vaso», explica. Así, Estupenda Márquez comenzó a hablar de cultura y temas sociales en TikTok, Instagram, YouTube y Facebook. 

En estas cuentas se pueden ver vídeos sobre películas, series, personajes históricos, actualidad y una gran variedad de temáticas relacionadas con el colectivo LGTBIQ+. Además, durante las Navidades, Estupenda Márquez realizó unos vídeos distintos con su «Queermas», que muestran su día a día durante el mes de diciembre. Compartir su vida diaria, algo común para otros «influencers», fue un reto para ella. «Yo siempre he sido muy exigente y esto es algo que he trabajado mucho, sobre todo en terapia», cuenta Márquez, añadiendo que «ahora, lo que intento es que las cosas sean más naturales, porque no podemos seguir vendiendo vidas que no existen». Las vidas ajenas que se ven en redes sociales parecen estar envueltas por un halo de perfección que es imposible encontrar en el mundo real. «La Navidad me pareció una oportunidad para demostrar que la vida de nadie es perfecta», explica. 

Del fitness a la cultura

Márquez ha pasado por varios campos profesionales. Comenzó estudiando Turismo («tenía diecisiete años, no sabía ni dónde tenía la cara», bromea), luego pasó a Diseño de Moda, Publicidad, Marketing Digital y realizó otros muchos cursos. Trabajó durante años como directora de arte, un empleo en el que aprendió la importancia de tener una gran variedad de referencias culturales. Márquez considera que «todo ha sumado para que pueda estar aquí hoy. No creo que sea tan importante lo que estudies sino luego como quieras enfocarlo». Su primera incursión en la creación de contenido digital fue a través de un canal de ejercicio, Fit For It, un proyecto de pandemia que consiguió 200.000 subscriptores y vídeos de hasta nueve millones de visualizaciones.  

«Mientras que, con Fit For It, tenía una estrategia muy marcada y todo calendarizado, con Estupenda Márquez me he dejado llevar», dice. El canal de ejercicio buscaba conseguir rentabilidad, pero sus canales actuales responden más a los intereses de Márquez y su deseo de aportar y divulgar.  

Las redes sociales y el odio

Las redes sociales tienen sus riesgos. No sorprende que una creadora que se dedica a hablar sobre temas de sexualidad y género haya tenido que lidiar con mensajes de odio y atención negativa. «Al principio me afectaba muchísimo», comparte, recordando la reacción que recibió en TikTok tras publicar un vídeo en el que cuestionaba la idea de las «Gender Reveal Parties», fiestas donde se anuncia de forma espectacular en el género del futuro hijo de una familia. Márquez criticó que esta celebración se reduce a menudo a binarismos de género que encasillan a las personas en ciertos estereotipos incluso antes de nacer. Cuenta que «un día borré 400 mensajes», mensajes en los que no faltaba el insulto y expresiones de odio. Aunque otros muchos comentarios simplemente mostraban desacuerdo con la opinión de Márquez, el resultado fue una avalancha de atención negativa en la se introdujeron mensajes vejatorios y agresivos. 

«Me afectó durante 24 o 48 horas», explica, «después, me pregunté por qué estaba haciendo esto. Realmente, lo estoy haciendo por esto mismo: porque sigue habiendo personas que piensan así». Por otro lado, no todas las reacciones son negativas. Hay muchos mensajes positivos y de agradecimiento. Márquez expresa su gratitud: «No tengo palabras. Son muchos, muchísimos y es muy gratificante que haya gente que se identifica con lo que haces».

Trabajar para el algoritmo 

Las redes sociales también plantean otro problema: los algoritmos. Al producir contenido en estas plataformas, entender y aprovechar el funcionamiento de los distintos algoritmos es clave para conseguir encontrar audiencias. Márquez opina que «hay mucho de azar y, sobre todo, hay una cosa horrible que es el «shadowban», cómo una red social puede vetarte por el tipo de contenido que haces». El «shadowban» es una medida que limita el alcance de tus publicaciones durante un tiempo si enseñas contenido considerado como «inapropiado». A ella, le penalizó utilizar la palabra «marica» dentro de un vídeo informativo, ya que las palabras se penalizan sin tener en cuenta su contexto. «¿Cuántas cuentas de TikTok hay con contenido sexual encubierto y no les afecta el algoritmo?», cuestiona Márquez.

«Siento que España está cada vez más polarizada»

Las reacciones de las multitudes en redes sociales son un síntoma de lo que ocurre en la actualidad. «Siento que la sociedad y España están cada vez más polarizadas», expresa Márquez. Le sorprende que gran parte del odio que ve en redes provenga de personas jóvenes. «Creo que este es un problema de las nuevas generaciones porque han nacido con todos los derechos ya ganados, entonces, no saben lo que es que se les prive de ciertos derechos y no tener ningún tipo de privilegios a nivel social», opina. Sin embargo, mantiene una opinión positiva sobre el futuro, considerando que «hemos avanzado un montón, que seguiremos avanzando y seguiremos dando guerra para conseguir la igualdad en todos los aspectos», a pesar de «ciertas personalidades políticas que quieran hacernos retroceder».

LGTBIQ+, con todas sus letras 

El objetivo central de Estupenda Márquez es reivindicar que la comunidad LGTBIQ+ no es solo la G y la L (gays y lesbianas). En sus propias palabras, quiere que «las disidencias tengan un espacio y que se dé voz al resto de letras». Márquez pone el ejemplo de su localidad, Torremolinos. A pesar de ser una ciudad conocida por su atractivo para personas del colectivo, muchos bares y espacios parecen ocupados únicamente por «hombres cisgénero blancos con cuerpos hegemónicos». La divulgadora habla de amigos que, a pesar de ser hombres cisgénero, intentan evitar ciertos espacios por tener un cuerpo que no se ajusta a los cánones de belleza. «¿Cuántas veces he ido yo con amigues a una discoteca y no me han dejado entrar?», cuenta Márquez. Añade que «es el momento de ocupar esos espacios y que se visibilicen las disidencias».  

Estupenda Márquez se plantea nuevas posibilidades para sus canales. Considera la posibilidad de utilizar YouTube para elaborar vídeos más largos donde hablar sobre la vida de personas del colectivo LGTBIQ+, ya sean célebres o anónimas. Además, colabora con Apoyo Positivo, donde han creado una sección llamada «Estupendamente Al Día». Por ahora, Estupenda Márquez continúa hablando de actualidad y cultura. Con un poco de suerte (y el visto bueno de los algoritmos), quizás consiga que algún usuario se plantee un nuevo punto de vista.