La Virgen del Rocío salió en procesión la pasada madrugada después de que los almonteños, sin resistir las ganas, saltaran la reja a las 2:56 horas. Momento en el que el rosario de las hermandades todavía se estaba celebrando, faltando más de una decena de Simpecados por pasar por la puerta y con de la Matriz todavía en la Plaza de Doñana. Fue entonces cuando, de manera apresurada, el Simpecado fue trasladado por el camino más corto hasta el templo, donde entró y se postró ante la Virgen a las 3:06 horas. Tras minutos de desconcierto en la aldea, se consiguió elevar al cielo las andas de la Blanca Paloma y, segundos después, la Virgen pisaba el suelo del Santuario.

Sin embargo, antes de que todo esto ocurriera, en la aldea se estaba rezando el rosario de las hermandades de forma normal. Desde la Plaza de Doñana habían comenzado a partir los Simpecados de las 127 filiales para desfilar por la puerta de la ermita. Todos ello antecedían al Simpecado de la Matriz, el último que abandona la plaza y que marca el inicio de la procesión de la Virgen. La situación, sin embargo, hizo que las filiales más antiguas no pudieran pasar por las puertas del Santuario como fin a su participación en el Rosario de las Hermandades.

La Blanca Paloma salió a la explanada de la puerta del templo a las 3:17 horas adentrándose en las calles de la aldea, iniciando su procesión pasando por cada uno de los 127 Simpecados de las filiales a los que se rezó la Salve.

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