Los centros educativos andaluces suelen llevar en su denominación el nombre de personas que han destacado por su contribución en el ámbito social, político, científico, docente, artístico y, también, literario. Abundan, en este último campo, los poetas imbatibles, los novelistas de largo aliento y los dramaturgos irredentos.
De tal modo que, con ocasión del Día del Libro, podría construirse una historia de la Literatura española a través de los nombres de los 7193 centros existentes en Andalucía. De Juan Ruiz, arcipreste de Hita, a Elvira Lindo. De Fernando de Herrera a Elena Martín Vivaldi. De Santa Teresa de Jesús a Miguel Romero Esteo.
Según los datos de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Federico García Lorca es el autor más utilizado en las denominaciones de los centros educativos andaluces. Hasta 38 colegios, institutos y escuelas infantiles rinden homenaje al autor del ‘Poeta en Nueva York’. Nueve de ellos, por cierto, están ubicados en la provincia de Granada, incluido, por supuesto, Fuente Vaqueros, su localidad natal.
Cervantes le sigue de cerca
Al poeta granadino le sigue de cerca Miguel de Cervantes. El autor de ‘El Quijote‘, que pasó más de una década de su azarosa vida en Andalucía ejerciendo como recaudador de impuestos, tiene 35 centros con su nombre. Es, sin duda, un reconocimiento a una de las máximas figuras de la cultura española.
Algunos de esos centros están emplazados en ciudades en las que vivió (Sevilla), en las localidades que visitó como «comisario real de abastos» (Carmona) o que aparece en alguna de sus obras, como el municipio sevillano de Castilblanco de los Arroyos, citado en ‘Las dos doncellas‘, una de las ‘Novelas ejemplares’ del escritor alcalaíno.
Ampliamente representado en este nomenclátor está Antonio Machado. El poeta, uno de los más emblemáticos miembros de la Generación del 98, tiene su nombre en 25 centros educativos de Andalucía. Su hermano Manuel, en cambio, sólo a uno, mientras que con la denominación ‘Hermanos Machado’ existen tres en la comunidad autónoma.
También tienen hueco los dos autores andaluces galardonados con el premio Nobel. Así, once centros llevan el nombre de Vicente Aleixandre y dieciséis rinden tributo a Juan Ramón Jiménez. Curiosamente, uno de los personajes creados por el poeta de Moguer, el burro Platero, está presente en trece centros, la mayor parte escuelas infantiles y colegios.
El nombre de una novela para un centro educativo
No es habitual que un personaje o un título de una obra literaria sirva para dar nombre a un centro educativo, si bien la sección de Educación Permanente de Doña Mencía se denomina ‘Juanita la Larga’, la novela que Juan Valera publicó en 1896 en torno a los amores de un señor acaudalado con una joven moza ambientada en un pueblo cordobés que algunos expertos identifican con el citado municipio.
A los dos poetas andaluces reconocidos con el prestigioso premio que otorga la Academia sueca se suman se suman los novelistas Camilo José Cela y Mario Vargas Llosa, galardonados en 1989 y 2010, respectivamente. El instituto de Campillos (Málaga) lleva el nombre del autor de ‘La colmena‘, mientras que un colegio de Marbella reconoce al escritor hispano-peruano.
Este «manual de Literatura» da un importante protagonismo a las escritoras. Por ejemplo, María Zambrano da nombre a trece centros y Carmen de Burgos, a cuatro, pero ‘gana’ Gloria Fuertes, ampliamente representada entre las escuelas infantiles, con un global de 24. Concepción de Estevarena, Blanca de los Ríos, Celia Viñas, Fanny Rubio, Carmen Martín Gaite y Fernán Caballero (pseudónimo masculino de Cecilia Böhl de Faber), entre otras, aparecen en él.
Espacio para autores extranjeros
De igual modo, están los nombres indiscutibles de las letras españolas de todas las épocas (Lope de Vega, Góngora, Quevedo, Calderón, Galdós, Bécquer, Valle-Inclán, Alberti, Cernuda y Juan Goytisolo, entre ellos) a otros que la historia ha orillado en sus márgenes, como Beatriz Galindo, ‘La Latina‘, la humanista que se ocupó de la educación de Isabel la Católica
Por último, los autores extranjeros tienen, también, cabida en este catálogo literario. A menudo, por su estrecha vinculación con Andalucía, como Gerald Brenan y José Saramago; otras veces, por ser un nombre indiscutible dentro de las letras infantiles, como el danés Hans Christian Andersen, autor de cuentos como ‘El patito feo‘ o ‘La sirenita‘, que da nombre a un colegio en Málaga.