Un 33,27% de la población andaluza viven en riesgo de pobreza, según los datos que la Fundación Iseak ha presentado en una conferencia en la Universidad Loyola. Unos datos contundentes aunque algo menos que los que ofrecía XII Informe ‘El Estado de la Pobreza. Seguimiento de los indicadores de la Agenda 2030 UE 2015 – 2021’, que elevaba la proporción al 38,7% de la población de Andalucía.
Según Lucía Gorjón, miembro de Iseak, «Los colectivos más afectados por la pobreza extrema en Andalucía son los hombres, las personas desempleadas, los menores de 18, los hogares grandes y monoparentales y las personas con escasa formación académica».
«España es un país con una desigualdad estructural desde hace décadas, lo que provoca que en épocas de crisis la desigualdad y la pobreza aumentan considerablemente, y en épocas de crecimiento económico disminuyan muy lentamente», ha analizado, por su parte, Raúl Flores, de la Fundación FOESSA y coordinador del equipo de estudios de Cáritas España.
Desajuste con el Ingreso Mínimo Vital
Lucía Gorjón también ha analizado el impacto del Ingreso Mínimo Vital (IMV) en Andalucía, donde más de 240 mil hogares andaluces son potencialmente beneficiarios del IMV y solo lo reciben unos 157 mil. «Esta brecha se debe fundamentalmente porque el 56% de la población que lo necesita no conoce la prestación y el 25% sí la conoce, pero no saben cómo pedirla».
Entre las medidas que ha propuesto destacan la interoperabilidad de bases de datos administrativos e incorporación de todas las personas al sistema, la búsqueda activa de los potenciales perceptores del IMV, la agilización de los trámites y el impulso de campañas de formación.