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La asociación Los Pueblos más Bonitos de España, a la que están adscritos 105 municipios, ha realizado un ranking con los ocho mejores pueblos españoles en los que disfrutar el otoño y dos de ellos se encuentran en Andalucía.
El paso de la borrasca Danielle por el país ha recordado que el verano ya casi ha llegado a su fin y que dentro de poco comenzará el otoño. Son muchos los que aprovechan está temporada para hacer pequeñas escapadas. Pero no es necesario viajar muy lejos para disfrutar de un fin de semana otoñal.
Por eso, la asociación de Los Pueblos más Bonitos de España recomienda ocho destinos de su red para disfrutar de un otoño lleno de tranquilidad y color.
Bubión (Granada)
Bubión se encuentra en el corazón de la Alpujarra, colgando del barranco de Poqueira, que desciende desde el pico Veleta de Sierra Nevada.
Bubión conserva su arquitectura tradicional, cuyo parecido con las construcciones bereberes de las montañas del Magreb es sorprendente. Con un paisaje de calles empinadas y viviendas escalonadas con «terraos», planos de pizarra y adaptadas a los escarpados perfiles del terreno.
Su orientación hacia el mar Mediterráneo consigue que, incluso en otoño, sus temperaturas sean suaves. Además, Bubión pertenece al Parque nacional y Natural de Sierra Nevada lo que lo hace el lugar perfecto para alejarnos de las grandes multitudes, descansar y perdernos por sus caminos rodeados de la naturaleza con esos colores propios del otoño.
Capileira (Granada)
Capileira está enclavada en el corazón de La Alpujarra y dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada, por su situación bien podríamos considerarla como «Puerta de Sierra Nevada» por su ladera meridional.
Su situación y su altitud de casi mil quinientos metros nos ofrece las mejores vistas del barranco desde los distintos miradores que posee, desde aquí también podemos disfrutar de unas espectaculares panorámicas de las cumbres del Cerro Mulhacén y el Picacho Veleta. Y durante estos meses de otoño estos miradores se convierten en un punto ideal para los amantes de la fotografía que quieran capturar los colores y las sombras que se producen.
Otro de sus atractivos más singulares lo encontramos en su arquitectura de origen bereber, antiguos pueblos de las montañas del norte de África que después de sus incursiones a través del estrecho fueron dejando sus influencias. En su paisaje urbano destacan los terraos, planos con piedras, madera y una característica tierra azulada llamada «launa», que tiene la particularidad de ser semi-impermeable. Su entramado urbano está compuesto por casas, encaladas y encajadas sobre la ladera de la montaña formando estrechas y sinuosas calles por las que habremos de «callejear» para adentrarnos en una quietud intemporal.
Potes (Cantábria)
Situado en el corazón del Valle de Liébana, Potes nos ofrece un paisaje otoñal espectacular que nos dejará con la boca abierta. La Villa de Potes nos enamora desde su entrada por el desfiladero de la Hermida, una carretera con poco más de 20 kilómetros que serpentea entre las montañas y el río, permitiéndonos disfrutar de todos los colores del otoño en la naturaleza.
Una vez en la Villa sus calles y callejuelas nos animan a descubrir todos sus tesoros ocultos. Nada como pasar un tranquilo fin de semana de otoño paseando junto al río envuelto en árboles y bajo puentes centenarios. Otro atractivo del otoño en Potes es la Fiesta del Orujo, una de las celebraciones más queridas de la Villa, que se celebra el segundo fin de semana de noviembre. Esta fiesta sirve para celebrar, y degustar, la bebida típica de Potes y durante dos días convierte a Potes en el pueblo más visitado de la comunidad.
Además, su situación geográfica lo convierte en el lugar ideal para planificar una visita al Valle de Liébana y para acercarse hasta los Picos de Europa y hacer rutas de montaña aprovechando el clima templado.
Alquézar (Huesca)
En el Somontano oscense, a 48 kilómetros de la capital, se encuentra la villa de Alquézar. Situada sobre una de las sierras paralelas al Pirineo, el pueblo se integra perfectamente en un impresionante paisaje de calizas modelado por el río Vero, que ha creado a lo largo del tiempo un cañón increíble para la práctica del barranquismo, acantilados impresionantes, cuevas de arte rupestre.
Sin duda, visitar este pueblo es obligado para todo aquel que visite la provincia de Huesca en cualquier época del año, pero los colores del otoño le dan un aspecto casi mágico de cuento de hadas. El área de Alquézar es un paraíso para los amantes de la naturaleza, ya que cuenta con numerosas rutas de senderismo y rutas cicloturistas de B.T.T. Esto se debe a que este pueblo se encuentra al inicio del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Desde sus numerosos miradores podremos contemplar la naturaleza en todo su esplendor y los fotógrafos podrán captar imágenes de su salvaje belleza y de los campos de almendros, así como de la multitud de especies aviares de la zona.
Fornalutx (Mallorca)
Aunque parece que las Islas Baleares son un destino veraniego, la verdad es que también son una gran opción durante el otoño. Su situación privilegiada en el Mediterráneo les concede un clima suave durante estos meses convirtiéndolas en un destino ideal para los más frioleros.
Dentro de la isla de Mallorca destaca el pueblo de Fornalutx, situado entre el macizo del Puig Major, el más alto de la Sierra de Tramontana. Se trata de una localidad tranquila en donde los visitantes pueden encontrar muy cerca tanto el bosque y la montaña como el mar, lo que lo convierten en un enclave perfecto para pasar unos días de descanso y desconexión. Sus calles empinadas y la riqueza de su folclore lo convierten en uno de los pueblos más únicos de la isla balear.
Valverde de la Vera (Cáceres)
Valverde de la Vera es un municipio ubicado en la comarca de La Vera atravesado por el agua, que fluye por sus calles empedradas gracias a las «regueras» que sirven para facilitar su aseo y para distribuir el agua de riego de las huertas.
Un pueblo con una arquitectura popular de tres niveles, que combina la sillería con entramados de madera y ladrillo o adobe, y donde es fácil encontrar bellos soportales sobre columnas de granito, decoradas con bolas y molduras.
Cerca de Valverde podemos encontrar la pequeña cascada conocida como el Charco de la Chorrera, en la Garganta Naval. La cascada se encuentra en un entorno natural precioso y se accede a ella a través de un cómodo camino apto para toda la familia y que merece la pena visitar en cualquier época del año.
Yanguas (Soria)
Yanguas se encuentra en la comarca de las Tierras Altas de Soria, en el límite con La Rioja y la Tierra de Cameros Viejos. Situada al inicio del desfiladero que el río Cidacos ha excavado a lo largo de 20 Km conectando el pueblo y con el balneario de Arnedillo.
Con solo 113 habitantes, Yanguas es un pueblo ideal para aquellos que quieran disfrutar de la tranquilidad de los pueblos pequeños. Además, a menos de 8 kilómetros de Yanguas se encuentra un pequeño bosque de hayas, que durante los meses de otoño se convierten en un espectáculo con sus colores rojizos.
Este pueblo además está unido a una de las obras más importantes de nuestro país, El Quijote. En el capítulo en el que Don Quijote y Sancho son apaleado por unos arrieros, los contemporáneos de Cervantes tenían claro que hacía referencia a los habitantes de Yanguas, que en ese momento eran figuras muy importantes en el comercio entre el norte y el sur de España.
Beget (Girona)
El pequeño municipio de Beget, con poco más de 20 habitantes, ha mantenido su esencia de paz y tranquilidad durante años gracias a un acceso alejado de los grandes circuitos, y un cuidado exquisito de su patrimonio. Recorrer Beget, a lo largo de sus calles, nos permite disfrutar de sus dos puentes medievales, que cruzan el río Llierca y donde el empedrado de las calles, suben por las paredes de las casas y se mezcla con el paisaje que lo rodea.
Beget es un punto de partida de muchas rutas para senderistas y amantes del ciclismo de montaña, que paran en sus restaurantes, para disfrutar de una comida tradicional catalana, donde los protagonistas son los productos de la zona.