El colegio Sagrada Familia Pureza de María en Granada ha tomado la decisión de modificar el uniforme de las niñas que ingresan este año, reemplazando la falda tradicional por pantalones. Sin embargo, esta medida ha generado controversia entre un grupo de padres, quienes han iniciado una campaña de recogida de firmas en busca de preservar la «libertad de elección» en la vestimenta escolar.
La institución educativa, fundada en 1965 y administrada por las Religiosas de la Pureza de María desde 1999, justifica esta modificación por «razones pedagógicas». Además, destacan que la decisión se había tomado desde 2019 y minimizan las críticas recibidas.
El colegio señala que solo un pequeño grupo de padres ha expresado su descontento y subraya que no se está limitando la libertad de elección, sino que consideran que los pantalones son una opción más cómoda. Hasta ahora, la norma solo aplica a las niñas de primer curso de Primaria.
Sin embargo, los padres consideran que el cambio se implementó sin suficiente consulta ni consenso. La abogada que representa a los padres descontentos, María Santolalla, enfatiza que el 80% de los padres no está de acuerdo con la eliminación de la falda.
Además, asegura que la protesta no es en absoluto minoritaria. Hasta el momento, han recogido más de 500 firmas en un colegio con entre 800 y 900 estudiantes, lo que refuta la afirmación del colegio de que pocos padres se han quejado. Santolalla también destaca que las niñas de Infantil, que actualmente usan chándal, deberán llevar pantalones de forma obligatoria al pasar a Primaria. Las alumnas de cursos superiores, aunque todavía pueden usar faldas, no tendrán la opción de comprarlas, ya que el colegio dejará de venderlas, lo que efectivamente las obligará a usar pantalones.
Los padres argumentan que algunas niñas que usaron falda el primer día de clases fueron amenazadas con sanciones si reincidían. Demandan su derecho a elegir libremente la vestimenta escolar y se oponen a cualquier imposición al respecto.
El colegio, que originalmente era femenino, privado y de pago, es ahora mixto, concertado y gratuito hasta la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), con los dos cursos de Bachillerato como excepción.