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La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) pone en marcha un programa de formación en Psoriasis Pustulosa Generalizada (PPG), con el objetivo de fomentar el trabajo en red entre los servicios de dermatología de Andalucía. Esta actuación se lleva a cabo para facilitar el intercambio de experiencia, consultar casos clínicos y registrarlos, con el fin de ir creando un cuerpo de conocimiento compartido y publicarlo si se considera de interés para la comunidad científica.
Más de 70 profesionales del Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA) han acudido al programa formativo, que cuenta con dos espacios centrados en el análisis de casos de PPG y uno dedicado a las complicaciones más frecuentes de esta enfermedad. A lo largo de las sesiones formativas se ha analizado el papel de la Inteligencia Artificial como herramienta de interpretación de imágenes en dermatología, y ha contado con una sesión centrada en conocer la organización de la Base de Datos Poblacional de Salud (BDP) de Andalucía. También se ha presentado la experiencia en Psoriasis Pustulosa Generalizada desde la óptica de la Farmacia Hospitalaria.
Alto impacto en la calidad de vida
La PPG es una enfermedad que se caracteriza principalmente por la aparición de pústulas primarias, estériles y visibles. Los brotes son característicos de la evolución clínica de la PPG, y algunos pacientes presentan brotes recurrentes y otros presentan una enfermedad persistente con brotes intermitentes. En la PPG predominan diferentes vías inflamatorias frente a la psoriasis en placas.
A diferencia de la psoriasis en placas, la PPG está asociada a complicaciones extracutáneas, que aumentan el riesgo de hospitalización con alto consumo de recursos y mortalidad, además de impactar en la calidad de vida. La prevalencia de la PPG es de 13 personas por cada millón de habitantes aproximadamente. Al ser una patología considerada ultrarrara, hace que en muchas ocasiones no haya una experiencia suficiente para realizar un diagnóstico diferencial ágil para el paciente.