Andalucía cerró el pasado año 2023 con un total de 1020 médicos activos en el sistema aunque en edad de jubilación voluntaria; en concreto, con edades comprendidas entre 66 y 69 años, la cuarta parte de ellos (un total de 255) en la provincia de Sevilla.

Así se recoge en una respuesta escrita de la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, a una batería de preguntas registradas por diputados de Vox en las que solicitaban a la Junta información sobre el número de «médicos en edad de jubilación» que «prestan sus servicios» en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en cada una de las ocho provincias andaluzas.

La respuesta de la consejera a esa batería de preguntas, con fecha del pasado 12 de marzo y consultada por Europa Press tras su publicación, esta pasada semana, en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía, desglosa por provincias las cifras de los profesionales con edades de 66 a 69 años activos a fecha del 31 de diciembre de 2023.

La suma total de facultativos en esa situación se elevaba a 1020 en el conjunto de Andalucía al cierre del pasado año, de los que 255 correspondían a la provincia de Sevilla, y 164 se ubicaban en la de Málaga, que aventajaba así a Córdoba, con un total de 136.

Por detrás de esas provincias se situaban, en número de médicos activos en edad de jubilación, Cádiz, con 135; Granada, con 129; Almería, con 83; Jaén, con 75, y, finalmente, Huelva, con 43.

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) incluyó en el Plan de Ordenación de Recursos Humanos que aprobó en mayo de 2019 la posibilidad de que determinado personal sanitario pudiera prolongar voluntariamente su permanencia en servicio activo «hasta alcanzar los 70 años de edad».

En concreto, esa opción se concedió al «personal licenciado sanitario que reúna la capacidad funcional necesaria, de las categorías de facultativos especialistas de área en sus distintas especialidades, médicos de familia en sus diferentes destinos –Equipos Básicos de Atención Primaria, dispositivos de apoyo, dispositivos de cuidados críticos y urgencias, unidades de urgencias hospitalarias y centros de transfusión, tejidos y células– y pediatras de Atención Primaria, «siempre de acuerdo con los términos establecidos en el párrafo segundo del artículo 26.2 de la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud».

De esta manera, el citado Plan de Ordenación de Recursos Humanos, recogido en una resolución de la Dirección Gerencia del SAS del 20 de mayo de 2019, concedía que, «si bien la edad de jubilación forzosa establecida en el Estatuto Marco –del personal estatutario de los servicios de salud– es la de 65 años», el «interesado podrá solicitar voluntariamente prolongar su permanencia en servicio activo hasta cumplir, como máximo, los 70 años de edad».

«Esta excepcionalidad ha de ser autorizada por el servicio de salud en función de las necesidades de la organización articuladas en el marco de los planes de ordenación de recursos humanos», aclara también dicha resolución de 20 de mayo de 2019.

Desde la Consejería de Salud dedican palabras de agradecimiento «enorme» a estos médicos que deciden prolongar voluntariamente su edad de retirada, según han trasladado a Europa Press fuentes de este departamento del Gobierno andaluz, desde donde valoran además como «un lujo» que, en el actual contexto de «déficit de profesionales», se pueda contar en la sanidad andaluza con la «experiencia» que estos facultativos «siguen brindando».

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