El sector del metal en Cádiz lleva cuatro días en huelga. Cuatro jornadas marcadas por lo violento de los piquetes, las manifestaciones e incluso el corte de algunas calles y carreteras por la quema de objetos en la vía pública. Días convulsos en la ciudad, agravados ahora por la última reunión convocada por la Consejería de Empleo y la Federación de Empresas del Metal de la provincia de Cádiz (Femca) y representantes sindicales, en la que no se ha conseguido aún llegar a un acuerdo. Mientras, las principales fábricas continúan paradas y las negociaciones entre patronal y sindicatos para renovar el convenio colectivo, también.
Pero, ¿Por qué se ha desencadenado esta protesta? Cádiz es la segunda provincia de España con más paro, tan solo por detrás de Huelva, con un 23,16% de personas sin trabajo. Unido a esta situación, se encuentran las tres décadas que sindicatos y trabajadores llevan pidiendo unas mejoras en sus derechos.
El salario es una de las principales reivindicaciones del sector. Sus representantes piden que se actualice, sobre todo ahora que el IPC se encuentra en el pico más alto de los últimos 29 años. Antonio Montero, secretario general de UGT FICA Cádiz, exponía la semana pasada que ellos piden «no perder poder adquisitivo, ni ahora ni en los próximos años», refiriéndose al vínculo entre el salario y el IPC que piden.
Desde los sindicatos exigen una subida del 2% durante este año y del 2,5% para 2022, pudiendo llegar así al 3% en 2021. Sin embargo, la patronal les ofrece únicamente la mitad: un 0,5% para 2021, un 1,3% para 2022 y un 1,5% en 2023. Se trata del gran conflicto de esta protesta.
La reacción de Kichi enfada a los empresarios gaditanos
«Hemos tenido que meterle fuego para que en Madrid se fijen en nosotros, y eso es una lástima», afirmaba José María González ‘Kichi’, alcalde de Cádiz, megáfono en mano. Dirigiéndose a los manifestantes del sector del metal ante la puerta de la Subdelegación del Gobierno, el alcalde ha generado una total controversia. «Llevar décadas y décadas de enganchar un contrato precario con otro, eso es violencia sistemática. Y desde Cádiz no lo vamos a consentir», aseveraba durante su discurso, en el que afirmaba que «su» Ayuntamiento «estuvo, está y estará con vosotros».
«En Cádiz somos obreros y no delincuentes. Lo que hacemos es defender el plato de comida encima de la mesa y nada más y que no venga nadie a insinuar siquiera que en Cádiz se montan barricadas y que son cuatro exaltados los que están quemado coches», ha afirmado González.
Estas palabras han sembrado el enfado entre los empresarios gaditanos, que han lamentado las palabras de su alcalde. Para la organización empresarial, resulta «sorprendente la radicalidad y defensa de los actos violentos registrados en los últimos días, totalmente opuestos a la función mediadora y apaciguadora que debe mostrar un representante institucional, máxime el alcalde de Cádiz, ciudad constitucional y liberal de referencia», ha expresado la secretaria general, Carmen Romero.
Para Romero, «la actitud del alcalde no ayuda para nada a la solución de un conflicto que, además, no se dirime en Madrid, porque el convenio afecta exclusivamente a trabajadores de pequeñas y medianas empresas de la provincia; ni siquiera a las grandes industrias tractoras, que tienen convenios de empresas propios».
«Lo que se espera de un alcalde es actuar de manera comedida y ser un ejemplo para la sociedad en el respeto al orden público, no provocar la exaltación de la violencia tensionando y arengando a los manifestantes a prender fuego a la ciudad. Sus palabras lo descalifican por si solas y causan un impacto muy negativo en el exterior. No ayudan para nada a generar confianza en la llegada de inversiones y carga de trabajo para nuestras industrias», sostiene.
Cuarta jornada con menos incidencias
Este viernes Cádiz ha vivido el cuarto día de movilizaciones por el sector del metal. Se trata del día con mayor seguimiento pero con menos incidencias. Las barricadas han brillado por su ausencia y tampoco ha habido que lamentar heridos. La Policía no ha tenido que detener a nadie, aunque sí ha cargado contra un piquete móvil que intentaba cortar el Puente de la Constitución de 1812.
Las protestas han terminado alrededor de las 13:30 de la tarde, después de que la reunión de esta pasado madrugada no diera sus frutos. Los sindicatos, además, advierten de «una semana que viene que puede ser conflictiva».
Termina así una jornada de manifestaciones con la esperanza del sector y los sindicatos puesta en los próximos días se alcance un acuerdo con la patronal.