Europa y la OTAN. En tiempos de paz este binomio ha sido un tándem dormido, un telón de fondo. Sin embargo, desde que en 2022 Rusa invadiera parte de Ucrania, la guerra en el continente europeo ha reabierto viejas heridas que han recordado la necesidad de apoyo y sustento en la Alianza del Atlántico Norte. Tanto es así, que países tradicionalmente neutrales, como Finlandia y Suecia, se han incorporado en 2023 y 2024 respectivamente.
Esta semana en la cumbre de la OTAN de Washington se ha celebrado el 75 aniversario de dicha organización. Una efeméride en la que la división del mundo en bloques ha resurgido. En esta ocasión, entre aquellos que están con Ucrania y aquellos que no se pronuncian o apoyan a Rusia. Ante el creciente alineamiento de Rusia, China, Irán y Corea del Norte, «la OTAN está trabajando cada vez más estrechamente con socios en el Indo-Pacífico y con la Unión Europea. La meta es ayudar a preservar la paz y proteger el orden internacional basado en reglas», ha recalcado su secretario general, Jens Stoltenberg.
Europa, Ucrania y OTAN
En la declaración final de la cumbre de Washington se puede apreciar la solemne voluntad de incorporar a Ucrania a la OTAN cuanto antes. En tal documento se menciona al país 16 veces y se hace alusión a la candidatura más que deseada del Estado ucraniano para formar parte de la alianza: «reafirmamos que estaremos en condiciones de extender una invitación a Ucrania para que se una a la Alianza cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones. Las decisiones de la Cumbre de la OTAN y del Consejo OTAN-Ucrania, combinadas con el trabajo en curso de los aliados, constituyen un puente hacia la incorporación de Ucrania en la OTAN».
Los aliados seguirán apoyando los avances de Ucrania en materia de interoperabilidad, así como reformas adicionales en el sector democrático y de seguridad que «los Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN seguirán evaluando a través del Programa Nacional Anual adaptado», expone el texto en su apartado número 16. Todo ello, siendo absolutamente conscientes de que el mayor temor de Putin y, a la vez, exponencial desafío a su figura, es que Ucrania sea territorio OTAN.
Estados Unidos: país anfitrión y principal aportador
El escenario de esta cumbre ha sido de especial relevancia. El presidente Biden ha aprovechado para intentar disipar dudas sobre su capacidad para revalidar el puesto y buscar apoyos a la candidatura para las presidenciales de noviembre. Al mismo tiempo, los líderes europeos han expresado su preocupación por la plausible llegada a la Casa Blanca de Donald Trump. El objetivo principal ha sido cerrar filas en la defensa de Ucrania antes de posibles cambios sustanciales en los miembros de la OTAN.
Y el temor emana de unas cifras reveladoras. El gasto en defensa en función del PIB de los miembros de la OTAN. En una década (2014-2024), casi todos los países han incrementado su presupuesto en materia de defensa, muy especialmente Polonia, Estonia o Letonia llegando casi a duplicarlo como es el caso del estado polaco. Sin embargo, el mayor aportador de recursos materiales y monetarios, EEUU, ha reducido levemente la partida presupuestaria OTAN. Ha pasado de un 3,5% en 2014 a un 3,38% de su PIB, un recorte que Trump ha prometido intensificar y que los aliados leen como una sacudida en toda regla para empezar a contar menos los Estados Unidos de América en la gesta atlántica. España ha pedido ayuda para acabar con las mafias que están detrás de la tragedia de la inmigración irregular en el Mediterráneo, pero España tampoco ha aumentado en exceso su presupuesto OTAN en una década. Ha pasado de apenas un 1%, a un 1,28%.
China, el gran aliado de Rusia
Otro de las preocupaciones que ha protagonizado la cumbre de Washington ha sido China. Stoltenberg ha destacado que este país es un facilitador decisivo de la guerra de Rusia contra Ucrania. La declaración de la Cumbre de Washington se refiere a la asociación estratégica entre Moscú y Beijing como un «motivo de profunda preocupación».
«Las acciones desestabilizadoras de Irán están afectando la seguridad euroatlántica. Las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China (RPC) continúan desafiando nuestros intereses, seguridad y valores. La profundización de la asociación estratégica entre Rusia y la República Popular China y sus intentos de socavar y remodelar el orden internacional basado en reglas, que se refuerzan mutuamente, son motivo de profunda preocupación. Nos enfrentamos a amenazas híbridas, cibernéticas, espaciales y de otro tipo, así como a actividades maliciosas de actores estatales y no estatales», sostiene la declaración final de la cumbre.
¿Quiénes son sus miembros?
Actualmente, la OTAN está compuesta por 31 Estados miembros: Albania, Alemania, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Macedonia del Norte, Montenegro, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido República Checa, Rumanía, Suecia y Turquía.