María Andrés, directora de la Oficina de Información del Parlamento Europeo en España sobre elecciones europeas/ EA
María Andrés, directora de la Oficina de Información del Parlamento Europeo en España sobre elecciones europeas/ EA

Las elecciones europeas del próximo 9 de junio Andalucía y Europa tienen una cita «trascendental» con las urnas. Con este adjetivo califica para EnAndaluz.es María Andrés, directora de la Oficina de Información del Parlamento Europeo, la importancia del próximo domingo. Una jornada en la que está en juego la paz, o los principios de Estado de Derecho y Democracia «que no podemos dar por sentados en un contexto geopolítico hostil».

Se trata de unos comicios que marcarán más de la mitad de las leyes que se apliquen en España en los próximos años, por lo que se espera que se cumplan los sondeos de una tendencia al alza en participación, especialmente en la movilización del voto joven. Todo ello sucede mientras no se escatima en ayuda humanitaria y defensa para Ucrania con el fin de preservar el oasis que supone este continente en un mundo amenazante. Un continente que ha recuperado la asertividad por la escena internacional.  

Balance de la legislatura 2019-2024

La Unión Europea en esta legislatura se ha hecho más visible por su papel en un contexto complejo internacional. «El covid y la guerra de Ucrania en terreno europeo ha obligado a Europa a reinventarse para dar respuesta a la ciudadanía». Esto se puso de manifiesto durante la crisis sanitaria derivada de la pandemia, la administración de vacunas con precios asequibles para todos, o los fondos Next Generation.

Pero el plus, además de en el qué, reside, a ojos de la directora de la Oficina de Información del Parlamento Europeo en España, en el cómo. «Se trata de un nuevo método en la cadena de toma de decisiones. La Unión no tiene competencias en materia de salud, sin embargo, a petición de los Estados miembros, la compra y reparto de vacunas se hizo en bloque. Asimismo, financiar las políticas europeas, como los fondos de recuperación con deuda comunitaria es otra gran medida innovadora».

Comicios europeos en Andalucía


Según María Andrés, aunque se trate de sectores de responsabilidad compartida, «estas elecciones europeas son clave para los intereses de los andaluces». La revisión de la PAC a partir de 2027 con el fin de reducir la carga burocrática y la reestructuración de los tempos y plazos para alanzar la transición verde, es un claro ejemplo.

Para el empleo, «se ha progresado en transparencia salarial, en la implementación de un salario mínimo y, por supuesto, la reforma del mercado del trabajo mucho ha tenido que ver con las reivindicaciones al respecto desde las instituciones europeas. Y primordial será para Europa y Andalucía aspirar a un pacto europeo por el agua para la redistribución de recursos naturales, evitando zonas de sequía».

Por otro lado, la futura frontera entre España y Gibraltar será el último fleco del Brexit desde 2020. Un acuerdo que se espera concluya en breve y en el que España tiene todo el soporte de la UE: «tenemos mucha más fuerza dentro de la UE con un respaldo de 400 millones de europeos en un mercado único».

Leyes destacadas en los últimos cinco años

A pesar de que lo urgente (covid y guerra de Ucrania) ha ocupado gran parte de la legislatura que termina, «la transición verde y ecológica (gran apuesta de este lustro) ha sido un objetivo que nunca se ha perdido de vista en un periodo de legislación acelerada. Así, los fondos europeos se han condicionado a hitos de sostenibilidad y cuidado de la naturaleza». Además, se ha aprobado la Ley del Clima, por la que la UE se compromete a reducir las emisiones en 2030 a un 55% y en 2050 un 100%. La meta más ambiciosa del Pacto Verde Europeo que ha sido estandarte de la Comisión von der Leyen.

Por otro lado, en el terreno digital, «se ha dado luz verde a la existencia de un cargador único para todos los dispositivos móviles, o a la Ley de servicios digitales» cuyo propósito es el de facilitar un entorno on line más seguro, justo y transparente. De la misma forma, se ha apostado por la «mejora social mediante la Ley del salario mínimo que vela por unos ingresos dignos para todos los trabajadores, o por la normativa en materia de paridad en consejos de administración para seguir avanzando en igualdad entre hombres y mujeres».

Retos tras las elecciones europeas

«Si el periodo anterior fue el de la gestión de crisis, en los próximos cinco años vamos a poner el acento en la implementación de todas esas políticas, Ley de inteligencia artificial, futura PAC, ahondar en objetivos climáticos. En definitiva, en solucionar los flecos que nos han quedado». Todo ello, en una transición verde que no pierda de referencia en ningún momento la competitividad de las empresas.

«En la UE se han dedicado cinco años a legislar para una economía sostenible, pero no podemos quedarnos atrás en competitividad de nuestras empresas. Si 2019-2014 ha sido la legislatura del Pacto Verde, la que está a punto de comenzar será la del Pacto Industrial». A todo ello, habrá que sumar una reforma institucional antes de ampliar la UE en nueve estados más, entre ellos, Ucrania, «ya que hay algunos asuntos que se deciden por unanimidad en el Consejo que con una futura UE de 36 estados sería inviable».

La defensa, protagonista en las elecciones europeas

Según el eurobarómetro del mes de mayo, el 77% de la población encuestada estaría a favor de una Política de Defensa Común. «Efectivamente, aquí hay un gran consenso para fortalecer nuestra política de seguridad y defensa. Necesitamos más autonomía europea. Si Trump gana en EEUU, con un Putin en Rusia, estaremos obligados a considerarlo como una necesidad para defender la paz en el continente europeo y manejarnos en el lenguaje del poder. Se trata de proteger nuestros principios y valores. Nuestro modo de vida en democracia».

Eso no significa que formar un ejército europeo, «sino estar preparados, coordinando mejor la defensa de cada Estado miembro y financiando materiales de defensa». Una mayor armonización que se antoja fatigosa para mantener el equilibrio entre estándares verdes, competitividad e independencia militar y armamentística.

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