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El XVII Congreso sobre el Andalucismo Histórico de la Fundación Blas Infante, que se ha celebrado este fin de semana en Andújar. Un cónclave andalucista que ha servido para reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de la comunidad autónoma desde distintas perspectivas y para reafirma a Andalucía como sujeto político.
La ponencia con la que abría este Congreso corrió a cargo de Antonio Manuel Rodríguez, profesor de Derecho Civil en la Universidad de Córdoba y miembro de la Fundación Blas Infante. Para Rodríguez, «Andalucía siempre ha sido un país de ciudades y ciudadanos: somos andaluces porque queremos». Así se expresó en su ponencia Andalucía, pueblo cultural. Añadió que «los pueblos son, como las personas, y no necesitan postular su existencia».
La primera jornada concluyó con la mesa redonda Identidad, creación cultural y andalucismo con el catedrático en Antropología Social Javier Escalera, la artistas Almudena Castillejo y el politólogo Jesús Jurado. Escalera afirmó que «en el uso del término cultura tenemos que ser cuidadosos, porque muchos de ellos son utilizados de manera elitista y clasista».
El politólogo Jesús Jurado, autor de la Generación del Mollete, crónica de un nuevo andalucismo, sostuvo que «lo que nos define a los andaluces desde fuera es nuestro acento, por eso todo lo relacionado con nuestro habla tiene una importancia crucial». En cuanto a la identificación colectiva de los jóvenes andaluces, Jurado señaló que «el carnet de La Banda es lo más parecido a un DNI andaluz que hemos tenido». La artista Almudena Castillejo, del Colectivo andalucista Algazara, expuso que este «es un proyecto que nace del enfado con el estigma que tenemos por ser andaluces».
«Blas Infante denunció que la pobreza de muchos era la riqueza de pocos»
El Congreso tuvo espacio para abordar la economía desde una perspectiva andalucista. El catedrático Manuel Delgado Cabeza, en su conferencia Una economía transformadora: De a acumulación de capital al cuidado de la vida, recordó que «Blas Infante denunció que la pobreza de muchos era la riqueza de pocos». Añadió que «el valor máximo que tiene cada persona está relacionado con el simple y mero hecho de existir» y que «hace mucho tiempo que el capital le declaró la guerra a la vida».
En la mesa Para que la vida pueda prosperar participaron el economista Óscar García Jurado, la profesora María del Carmen Cuéllar y José Manuel Betanzos, representante de la secretaría técnica de Coope57-Andalucía.
Cuéllar Padilla expuso que «tres empresas controlan el 50% de lo que se compra y vende en Andalucía». En este sentido, García Jurado explicó que cree en el cooperativismo transformador, diferente al cooperativismo como «otra herramienta del capitalismo». Betanzos por su parte manifestó que «Coop57 es un ejemplo de que es posible autogestionar lo que se hace con nuestro dinero».
«El andalucismo es un proyecto transformador»
El catedrático Isidoro Moreno ofreció la ponencia ¿Andalucismo o andalucismos? Pasado y presente. Defendió que «el andalucismo sigue muy vivo a nivel de sentimientos» y que «Andalucía es una realidad diferente y completa».
En mesa redonda Factores catalizadores y factores de bloqueo del andalucismo político, el doctor Manuel Ruiz Romero apuntó a qué el «el andalucismo político es un proyecto transformador». Por su parte, Manuel Medina, celebró la «alternancia política» porque «la continuidad excesiva de un solo partido es negativa». Rubén Pérez Trujillano se ausentó en la mesa en la que estaba prevista su intervención.
Feminismo en la construcción del sujeto andaluz
El Congreso se cerró dando espacio al feminismo para su debate. La investigadora y escritora Pura Sánchez pronunció la ponencia Necesidad y condiciones para un feminismo andaluz. «El feminismo andaluz y andalucista tiene que ser rebelde y el primer acto de rebeldía es el de tener derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, nuestra vida, nuestro tiempo», dijo.
Sánchez defendió que «las feministas andaluzas queremos participar en pie de igualdad en el proceso de transformación de Andalucía» y que «los feminismos tienen que desarticular la historia androcéntrica y abandonar las periferias a las que las mujeres hemos sido relegadas».
En la mesa Construyendo el(los) feminismo(s) andaluz(ces) la activista Carmela Borrego Castellano aseguró que «las andaluzas hemos sido miradas desde fuera como un sujeto para el cuidado de los otros». La abogada y defensora de los Derechos Humanos, Pastora Filigrana, explicó que «cuando decimos feminismo andaluz queremos decir que el territorio que se habita también es un criterio de reparto de derechos». La antropóloga Andrea Oliver afirmó también que le parece «un ejercicio importante hacer una lectura con perspectiva feminista para detectar fallos que todavía hoy encontramos en la construcción del sujeto andaluz».