Fran Carrillo, coordinador provincial de Ciudadanos en Córdoba, comunicaba en el día de ayer su dimisión a la dirección del partido. Carrillo fue el rival de Juan Marín, actual cordinador del partido naranja en Andalucía y vicepresidente de la Junta, en la disputa por el mandato andaluz de la formación de Inés Arrimadas.
En la época de máximo apogeo de Ciudadanos, el político cordobés ocupaba un sillón en la directiva nacional del partido, cuando todavía se encontraba en la escena política Albert Rivera, al que Fran Carrillo ha agradecido en su comunicado por por haberle «invitado hace diez años a sumar mi granito de arena para que los liberales tuviéramos voz en las instituciones». Desde la marcha de Rivera, el nombre de Carrillo siempre que salió a la palestra fue por enfrentamientos con la actual directiva.
En el comunicado publicado por el propio Fran Carrillo explica que ha sido «leal a mis principios y a las promesas que hice a los andaluces y españoles, ayudando a que este proyecto creciera. Lo he hecho en privado y en público, aunque eso supusiera un alto coste. Porque Ciudadanos era y es un gran proyecto que merece ser luchado y defendido».
En su despedida ha deseado a la formación naranja «toda la suerte y éxito del mundo», y ha indicado que por su parte «se abre un periodo de reflexión y maduración personal». El comunicado lo cierra asegurando que «en política no todo es estar, es también que te dejen ser». Añade que tiene «claro que fuera o dentro de la política» seguirá «defendiendo» su «única bandera, indivisible e innegociable: la libertad».