Estos días ha vuelto a saltar la cantinela informativa sobre una macro urbanización con campo de golf, hoteles y 300 villas de lujo en una marisma desecada en el término municipal de Trebujena. Muy similar al que se quería construir en el Seguesal en Barbate.
Monstruos insostenibles que parecen más proyectos del siglo XX que del XXI. Pelotazos que medran bajo el calor de la promesa del empleo y el progreso pero que son máquinas de devorar recursos de todos para el beneficio de unos pocos.
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