La calle ruge y los coches pitan. En la casa la familia está toda unida y los invitados beben cerveza. En el bar han quedado todos los amigos, incluso el que dice que no aguanta a este país se muerde las uñas. Los abuelos se acuestan tarde, la gente se tapa los ojos y todo el mundo se funde en un abrazo. Hemos ganado el partido y estamos un paso más cerca de volver a ser los más grandes, de que haya otro Iniesta, otro Iker –sin crisis de los 40 ni tik tok–, otra Sara.
Este podría ser el resumen de cualquier noche a partir del 20 de noviembre. Estamos en 2022 y este año hay Mundial de fútbol. Sin embargo, tuvimos un verano más, esta vez no hubo partidos ni gritos ni celebraciones. En lugar de ser en verano, la competición se celebrará a finales de noviembre y mediados de diciembre ya que tendrá como sede Catar.
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