El Centro de Participación Activa de Mayores de Heliópolis (Sevilla) es el espacio de mayor dimensión al que asistimos. Ocupa una manzana del barrio e incluye una residencia. Hasta llegar a la sala en la que impartimos el taller nos cruzamos con decenas de personas implicadas en algún tipo de actividad. Había un movimiento constante, conversaciones, ruido, risas, y en general mucha vida. Una sensación que nos acompañó durante todo el tiempo que pasamos allí.

Un total de 16 personas asistieron a este taller de La Prensa en Andaluz entre hombres y mujeres mostrando un elevado nivel de participación. Conocían la historia reciente andaluza y recordaban aquellos días de 1977 y de las manifestaciones, incluso surgió un debate en torno a la identidad andaluza sin llegar a una conclusión clara. La mayoría reconoce que la representación en los medios estatales de Andalucía es muy limitada y estereotipada y que sería positiva la existencia de un medio propio andaluz. Sin embargo, su interés por la actualidad no estaba marcado por la procedencia del acontecimiento en sí.

Mención aparte merece la reflexión sobre la desigualdad. Sorprendentemente y por primera vez en mi experiencia impartiendo talleres, al empezar el análisis sobre este tema, uno de los asistentes (varón, unos 60 años) intervino para decir que la desigualdad de género en los medios responde al patriarcado en el que vivimos. ‘Patriarcado’ dicho por un hombre de esa generación en ese contexto denota una formación y una inquietud política y social nada habitual. Pero su intervención no fue la única, la mayoría de asistentes reconocían discriminación, asumían privilegios e incluso plantearon alguna teoría curiosa. Según uno de los participantes las mujeres empezaron a tomar conciencia de su situación y a ampliar conocimientos y por lo tanto libertades, a raíz de escuchar la radio en casa mientras realizaban las tareas domésticas.

En contraposición a esta actitud no hay que olvidar que seguían siendo ellos los que tomaban la palabra casi en todo momento. No obstante, fueron muchas de ellas las que compartieron su experiencia en este y el resto de temas planteados. En concreto, respecto a la situación de la mujer, destacaban las diferencias de oportunidades entre ellas y sus hijas y cuánto se alegraban de eso.

En general fue una experiencia muy enriquecedora para ellos y nosotros. Ellos porque conocieron algo más de medios y nosotros porque recibimos una dosis de vitalidad que no esperábamos.

Mar Pino

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