Aunque parezca un galimatías, la prensa es la mejor forma de defenderse ante ella misma. Es recurrente que durante los talleres de La Prensa En Andaluz, los alumnos pregunten si realmente existen medios de comunicación libres de toda manipulación. Hoy, en el CEPER Diamantino García Acosta no ha faltado la pregunta.
“Es que, al final, siempre te cuentan las cosas como les conviene a ellos”, nos dice Carmen, “claramente, apoyan a un partido político, se les ve el plumero” continúa nuestra amiga.
Siempre existe una determinada ideología o interés detrás de los medios. A veces es más evidente, otras es más sutil. No es algo que debamos esconder, ni a lo que haya que tener miedo ya que en esos intereses reside la propia razón de ser del medio.
Una vez que sabemos esto, estamos más preparados para hacer frente a esas comunicaciones.
Estar informados es muy importante, nos ayuda a conocer la realidad que nos rodea, nos da las claves para entender el mundo en el que vivimos y nos permite que tomemos decisiones en base a esas informaciones que nos transmiten. En resumen: nos enriquece y nos hace libres.
Sin embargo, quedarnos en un solo medio es peligroso. Cuando solo conocemos una forma de pensar, cuando solo tenemos una visión sobre los acontecimientos o cuando no existen voces contrarias que rebatan aquello en lo que pensamos, puede ocurrir que los medios nos empobrezcan y nos tomen presos.
La solución es bien sencilla: consumir más medios.
Tenemos que consultar varios medios, a ser posible de diferente ideología que sirvan los unos a los otros como contrapunto. Cada medio es una pieza más que hace que nuestro puzzle esté más completo. No es posible tener todas las piezas, siempre se nos escapará algo y habrá partes que ni tan siquiera imaginemos; pero mientras más sepamos, mejores decisiones tomaremos y seremos capaces de desenmascarar esas ideologías o intereses de los medios. Es aquí donde está nuestra libertad. Lo que hagamos con esa libertad y la decisión que terminemos tomando es cosa de cada uno.