La Policía Nacional ha detenido en Baena (Córdoba) a un peligroso delincuente, con numerosas requisitorias judiciales por diferentes delitos muy graves, que se encontraba fugado tras no reincorporarse a prisión. En 2010, y tras un extenso dispositivo policial, fue arrestado por diferentes delitos graves, decretando al día siguiente la autoridad judicial su ingreso en prisión. Tras diez años recluido, le fue otorgado un permiso penitenciario que aprovechó para no regresar a prisión y reiniciar su carrera delictiva. Desde ese momento estaba fugado de la justicia.
En el mes enero del presente año, los investigadores tuvieron conocimiento de la fuga del arrestado, que se encontraba cumpliendo condena en prisión desde al año 2010, y que tenía diferentes penas hasta el año 2034. Aprovechando un permiso penitenciario que le fue concedido a primeros de año no reingresó, y desde entonces se encontraba fugado.
El arrestado siempre portaba un arma corta de fuego, teniendo acreditada su extrema peligrosidad al no dudar en utilizarla al llegar el caso, algo acreditado por sus mismos progenitores a los que amenazó con su pistola. Además, los investigadores constataron que el huido estaba involucrado en una agresión que provocó heridas por arma de fuego en una de sus víctimas.
Desde esa fecha había retomado su actividad delictiva, encontrándose encartado y pendiente de su detención por su presunta participación en varios hechos delictivos de gravedad, convirtiéndose en una persona muy escurridiza que contaba con muchísimos apoyos y ayudas del círculo delincuencial de Jaén. Esto, unido a las extremas medidas de seguridad que tomaba, dificultaba su detención.
Una relación sentimental con una mujer de Jaén
Los agentes fueron estudiando minuciosamente cualquier pista sobre su paradero, comprobando cómo se movía continuamente entre Jaén, Córdoba, diferentes zonas de la Sierra de Cazorla y otras localidades. Lugares donde alternaba sus estancias hasta cambiar de lugar al detectar la presencia policial.
La principal línea de investigación que utilizaron los investigadores se centró en las informaciones que les conducían al inicio de una relación sentimental que el delincuente fugado mantenía con una mujer de Jaén. Una vez identificada, los agentes la sometieron a una vigilancia discreta, en especial, en sus apariciones por la capital. Hasta que consiguieron detectarla cuando tomaba un autobús con destino a la localidad cordobesa de Baena.
Una vez en ella comprobaron e investigaron el domicilio donde se introdujo la mujer, sin embargo, no había rastro ni nada que pudiera evidenciar que el arrestado se encontrara en él. Por ello, los investigadores establecieron un discretísimo punto de vigilancia hasta detectar la presencia en el domicilio del detenido.
Participación del GOES
Una vez que los investigadores acreditaron la presencia del arrestado en el domicilio vigilado, solicitaron a la autoridad judicial el correspondiente mandamiento de entrada y registro del mismo. Dada la extrema peligrosidad del detenido, se estableció un dispositivo adecuado para ello con la participación de los propios investigadores apoyados por agentes del GOES -Grupos Operativos Especiales de Seguridad-, Seguridad Ciudadana, Policía Científica y el Servicio de Medios Aéreos. Tras su arresto, ha ingresado en prisión.