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La directora general de Museos y Conjuntos Culturales de la Junta de Andalucía, Aurora Villalobos, ha señalado este miércoles que el Gobierno andaluz estudiará hasta el final de la legislatura el precio del cobro para la visita de monumentos y enclaves a fin de que su posible implantación «no sea una limitación en la cuestión económica» para los andaluces. «Es una decisión trascendental en el modelo de gestión cultural y evidentemente los andaluces están en ese objetivo prioritario», ha trasladado Villalobos a preguntas de los medios antes de inaugurar unas jornadas técnicas de la Alcazaba de Almería.
Villalobos ha hecho esta reflexión después de que la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, señalara que desde que volviera a la Consejería a finales de julio «estamos analizando y estudiando» el último documento elaborado por el equipo de Arturo Bernal para el cobro por acceso a museos y enclaves arqueológicos, cuya implantación supeditó a «poder garantizar dos cuestiones que son absolutamente básicas».
«En primer lugar, que la situación económica de los andaluces no sea ningún impedimento para poder acceder a cualquier espacio cultural, eso hay que garantizarlo. Y en segundo lugar garantizar que todo lo que se recaude, revierta en el mantenimiento de los equipamientos, las infraestructuras culturales y de nuestra cultura. Esas dos cuestiones son fundamentales para poder llevar a cabo este proyecto», concluía.
En esta línea, la directora general de Museos y Conjuntos Culturales de la Junta de Andalucía ha señalado que dentro de las cuestiones a estudiar también se contempla que la posible implantación de un sistema de cobro pueda dar lugar a ingresos que «redunden en una mejor conservación del patrimonio» dentro de ese «servicio público». «Creo que es en esa línea en la que tenemos que trabajar», ha añadido al respecto.
La Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de Arturo Bernal retomó la pasada primavera la iniciativa de cobrar por entrar en los museos andaluces rescatando la planteada en la primera Legislatura por la entonces consejera de Cultura Patricia del Pozo, aparcada por el estallido de la pandemia. La propuesta del departamento de Arturo Bernal era fijar tramos de precios, una suerte de gradación en función de la calidad y cantidad de los servicios ofertados en los museos o conjuntos arqueológicos y en la que se tengan en cuenta criterios como la ubicación —si es zona urbana o rural, caso de conjuntos arqueológicos de difícil acceso—.
También planteaba mantener la gratuidad para todos los visitantes cuatro días al mes, un día a la semana para todo el mundo, además del Día de Andalucía, el Día Internacional de los Museos, el Día Internacional del Turismo y el día en que se celebran las Jornadas Europeas de Patrimonio. Igualmente se proponía dejar la gratuidad para los menores de 18 años, los mayores de 65, las personas en situación legal de desempleo y las que estén afectadas por un grado de minusvalía de al menos el 33 % y la persona que lo acompañe para ayudar, los titulares del Carnet Joven Europeo, los miembros del patronato del museo correspondiente o asociación de amigos o fundación del museo correspondiente, así como de la Asociación Andaluza de Museólogos.