«¿Te imaginas que con la fuerza que tiene la televisión yo te señalara desde aquí con
mi dedo acusador y le gritara a la audiencia «a por ella, a por él» ¿No te parece que
sería indecente, canalla, inmoral, un abuso de poder, una imperdonable falta de ética,
de clase, de estilo, de profesionalidad, de humanidad? ¿Sí, te lo imaginas? Pues no
idolatres ni aplaudas a los que lo hacen constantemente. Ya está bien».
Este pequeño fragmento está extraído del famoso programa El Loco de la Colina
presentado por Jesús Quintero, que ha fallecido este lunes a los 82 años. Criticaba la falta de
rigor informativo y la mala praxis de algunos periodistas o presentadores de
televisión que utilizan el medio de comunicación para atacar a sus enemigos.
Quintero se encontraba, desde hacía un tiempo, en la residencia Nuestra Señora de los Remedios de Ubrique, en la Sierra de Cádiz, dado su estado de salud. Tras comer al mediodía se fue a la cama a descansar y falleció en paz.
Su programa, El loco de la colina fue una auténtica revolución en la radio española. También lo hizo en la televisión con El Perro Verde, un éxito marginal e intimista que marcó a todos los invitados que tenían algo que contar en la televisión española.
«Ante los grandes me siento muy pequeñito», le contaba al Diario de Huelva en una
entrevista. Su humildad y su forma de trabajar siempre le han caracterizado. Esa
tranquilidad en las entrevistas, esa permanente escucha a sus invitados y sus
conocidas pausas radiofónicas se convirtieron en una de sus señas de identidad. Su
trabajo fue, naturalmente, reconocido con dos Premios Ondas, una Antena de Oro, la
Medalla de Andalucía y el premio de Periodismo Rey de España. Su legado ha sido, es y será eterno.