Un cartógrafo ha puesto en entredicho el hallazgo del templo de Hércules llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Sevilla. Como recogen varios medios, ha sido el cartógrafo Kiko Sánchez el que ha revelado que la investigación que apoyaba la hipótesis se fundamentó en un uso equivocado de la tecnología empleada para tales pesquisas. Así, las conclusiones explican que se trate de un hallazgo fallido del templo de Melgart-Hércules, en Cádiz.
La técnica sobre la que se basó la investigación se denomina LIDAR (Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging) la cual permite determinar la distancia desde un emisor láser a un objeto o superficie utilizando un haz láser pulsado. La distancia al objeto se determina midiendo el tiempo de retraso entre la emisión del pulso y su detección a través de la señal reflejada. Y aquí se encuentra la clave del error según Sánchez, ya que se suele utilizar en tierra y no en superficie acuática.
Mercedes Colombo, Delegada Provincial de Cultura y Patrimonio en Cádiz fue quien presentó los hallazgos en el Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz (CAS) y ahora expone que tal descubrimiento se expuso solo como una hipótesis.
La hipótesis de partida
El pasado mes de diciembre, investigadores de la Universidad de Sevilla identificaron restos de edificaciones antiguas localizados en el área comprendida entre Camposoto y Sancti Petri que podrían corresponder al templo fenicio-púnico de Melqart y de Hércules Gaditanus en época romana.
Los trabajos de documentación realizados en los últimos meses a través de un Sistema de Información Geográfica y la aplicación de métodos de teledetección (LIDAR) llevados a cabo por Ricardo Belizón Aragón y Antonio Sáez Romero, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, hicieron posible la localización de estas estructuras de gran interés arqueológico y patrimonial en un área comprendida entre Camposoto (en el término municipal de San Fernando) y Sancti Petri (entre los términos de San Fernando y Chiclana).
Tras el análisis inicial de la información obtenida, en unión a los datos documentales y arqueológicos ya existentes sobre la zona, el personal de la Delegación Territorial, de la Universidad de Sevilla y del Centro de Arqueología Subacuática efectuaron diversas visitas a estas áreas.
Según un comunicado de la Universidad de Sevilla, los datos recopilados revelaron la existencia en la Antigüedad de un entorno totalmente distinto al supuesto hasta el momento: un nuevo paisaje costero y un litoral muy antropizado desde antiguo, con la presencia de posibles espigones, edificios de gran tamaño e incluso de una posible dársena portuaria cerrada.