Este jueves 30 de septiembre ha tenido lugar la protesta frente al Parlamento Andaluz por la expansión descontrolada de plantas fotovoltaicas, convocada por la Asociación Aliente. Esta ha pedido que la expansión de energías renovables tenga cierto control y no prolifere de manera «masiva».
«Esta expansión desordenada de energías renovables sin control alguno de las diferentes
administraciones, supone la ocupación de miles de hectáreas con plantas solares, eólicas,
estaciones eléctricas y líneas de evacuación», aducen desde Aliente.
Cuentan que una parte significativa de estas plantas de energías renovables afectan a áreas de alto valor ecológico, agrícola, paisajístico, social y cultural, y que son hábitat y refugio de especies de flora y fauna exclusivas de los espacios andaluces.
«En Andalucía hay proyectos presentados por un total de 22 GW de potencia fotovoltaica, cuando los objetivos nacionales a 2030 según el PNIEC son de 39 GW. Sólo en el Campo de Tabernas en Almería, la potencia fotovoltaica proyectada en esta comarca es equivalente al 5,4% de la planeada en toda España para 2030», alegan.
Grandes empresas privadas como Naturgy, Iberdrola o Endesa están favoreciendo «una nueva burbuja especulativa que convierte nuestros territorios en una fuente extractiva de beneficios a mano de los de siempre, con unos márgenes de beneficios obscenos», comentan. Así, «los precios de la luz no dejan de aumentar».
Fotovoltaicas, sin un plan de expansión
Desde Aliente, en la protesta por las fotovoltaicas, argumentan que «no hay planificación para la expansión de las renovables, ni por parte del Estado ni de los gobiernos regionales». «La política sólo atiende al número de gigavatios de producción; la selección de superficies se deja en manos de los empresas promotoras que se centran sólo en criterios económicos proyectando en áreas cercanas a los puntos de alimentación a la red de alto voltaje, y dentro de estas áreas, a su vez, en las tierras más baratas», lamentan.
«Muchos de estos proyectos suelen venderse y revenderse multiplicando su valor incluso antes de que lleguen a desarrollarse. Además se emplean prácticas fraudulentas para la implantación de los megaproyectos, como es la fragmentación», cuentan.
El precio final de la electricidad lo marca la energía que en cada momento está más cara en el mercado. Esta medida, según Aliente, «está diseñada para maximizar los beneficios de las eléctricas, vendiendo energías más económicas al precio que marque la más cara».
Andalucía, a la cabeza en pobreza energética
Andalucía lidera los índices de pobreza energética del país, según la Asociación. Por ello, desde Aliente, en la protesta por las fotovoltaicas, proponen «un modelo descentralizado, basado en el ahorro y la eficiencia energética, prevaleciendo el autoconsumo y el fomento de las comunidades y cooperativas energéticas, para que bajen realmente los precios».
«Proponemos una moratoria temporal, que supondría la suspensión transitoria de las
autorizaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables de más de 5MW, así como de sus infraestructuras de evacuación, que se estuvieran tramitando y que no estén vinculadas al autoconsumo o a proyectos de energía comunitaria».
«Hemos conseguido el apoyo de más de 150 entidades, entre colectivos, empresas, sindicatos, partidos políticos y movimientos sociales, de Andalucía y estatales. Nuestro objetivo es que en un plazo de entre 6 y 12 meses, se pueda hacer una correcta planificación con participación de la ciudadanía, como exige la normativa comunitaria en materia de participación e información pública relativa al medio ambiente».