Del total de los 406 accidentes mortales ocurridos en España hasta el mes de julio, el 21,42% ha tenido lugar en Andalucía. O lo que es lo mismo, hasta hoy, son 87 los trabajadores muertos en Andalucía en lo que va de año.
Según datos de UGT Andalucía, esta senda ascendente de la siniestralidad se refleja también en el aumento de los accidentes leves y graves con una subida de los mismos en más del 12% en cada uno de ellos.
La cifra de trabajadores fallecidos durante los primeros siete meses del año asciende ya a 87, lo que supone un aumento de casi un 36% con respecto al mismo periodo del año anterior. Esto significa que en Andalucía muere un trabajador cada 60 horas.
Escandalosa es la cifra del número de trabajadores fallecidos en accidente in itínere, con un aumento de casi un 138%, lo que demuestra que a medida que se ha ido retomando la actividad presencial en los centros de trabajo, la realidad evidencia lo que hemos venimos denunciando, y que no es más que la escasa o nula implantación de medidas de prevención y formación en las empresas que atajen de forma radical esta hemorragia de accidentes laborales.
La provincia de Córdoba es donde más se ha acusado este ascenso de accidentes mortales, aumentando su cifra en un 150% en comparación con 2020.
La construcción, la peor parte
Este mismo ascenso de la siniestralidad se plasma en todos los sectores de actividad, donde el sector de la construcción es el que sufre un brutal incremento en el número de accidentes mortales, suponiendo un aumento del 89%, seguido de cerca del sector servicios, donde el ascenso supone 71% de incremento con respecto a 2020.
De entre todos los accidentes registrados durante el mes de julio, destacamos la muerte de un joven de 25 años en su primer día trabajo en accidente in itínere.
En relación a las enfermedades profesionales, en Andalucía sigue existiendo una infradeclaración de las mismas. Nuestra Comunidad Autónoma tiene un 16% de asalariados del total del territorio español, sin embargo solo declara el 5,35% de los partes de enfermedades profesionales hasta el mes de julio con respecto a la totalidad del país.
Desde UGT Andalucía continúan demandando soluciones a las Administraciones competentes y también a la Inspección de Trabajo para incremente el número de visitas a las empresas, lo que conlleva aumentar el número de efectivos. Exigen que «se actúe de manera contundente contra aquellas empresas que incumplen sistemáticamente la ley y donde las condiciones laborales dejan a los trabajadores y trabajadoras en un estado de indefensión, aceptando realizar tareas sin las medidas de protección ni prevención adecuadas bajo la amenaza del despido».
Ante esta situación, desde La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores de Andalucía, demandan la implantación de «un plan de choque consensuado con los Agentes Sociales y la Administración, en el que entre otras medidas esenciales, se recoja la creación de la figura del Delegado/a Territorial de Prevención, imprescindible dado el número de pequeñas empresas que conforman el tejido productivo andaluz y carecen de representación de los trabajadores/as, ya que está demostrado que las empresas en la que existen delegados/as de prevención, las estadísticas de siniestralidad laboral son más bajas».