Vázquez Ocaña (Baena, 1898-México, 1966) está considerado como uno de los grandes periodistas andaluces del siglo XX por su trabajo en la prensa cordobesa, pero también por su trayectoria en medios de comunicación nacionales y extranjeros durante la Segunda República.
El cordobés, que mostró desde bien joven su interés por la literatura, supo compaginar en su trayectoria profesional el periodismo con la política: se unió a las filas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y terminó siendo elegido como diputado en 1933, algo que hizo que se tuviera que terminar instalando en Madrid. Allí alternó su actividad parlamentaria con la periodística, publicando en El Socialista, donde como redactor-jefe jugará una destacada influencia en el gobierno del Frente Popular. En 1937, la Guerra Civil le obligó a marchar a Valencia, donde dirigió El Mercantil Valenciano. Tras ser designado Juan Negrín jefe del Gobierno, Ocaña fue nombrado responsable de prensa y esta fase final de guerra le terminó llevando a Barcelona, donde dirigirá La Vanguardia.
Al terminar la guerra, Ocaña se exilió en México, donde se centró en la literatura, etapa en la que llevará a cabo obras tan relevantes como la biografía realizada sobre Federico García Lorca.
El periodista Francisco Expósito Extremera, que presentó una tesis doctoral en 2015 sobre la figura e importancia de Vázquez Ocaña para la prensa andaluza, ha asegurado que éste “fue el periodista cordobés que asumió una mayor importancia profesional en la Segunda República y uno de los que han dirigido más medios de comunicación durante el siglo XX».
Expósito destaca que Vázquez Ocaña se caracterizará por llevar a cabo un “periodismo más cercano a la realidad política y social de Córdoba” y tuvo un papel fundamental durante la Segunda república al dirigir el semanario Política y fundar El Sur.