El catedrático en Antropología Social y Cultural de la Universidad de Sevilla, Isidoro Moreno, ha expresado su indignación con el anuncio de Cruzcampo en el que una Lola Flores resucitada con inteligencia artificial defiende el «acento (andaluz)».

 

«La identidad andaluza es tan sólida que cabe [¿puede reducirse a?] un anuncio de cerveza. Afirmaciones banales -en realidad sarcásticas- pero no inocentes como esta pueden leerse hoy en más de un artículo de prensa con la firma de periodistas o colaboradores que, en general, van de progres, con motivo del exitoso anuncio de la multinacional Heineken para publicitar la cerveza Cruzcampo», lamenta Isidoro Moreno.

En este sentido, afirma que «por supuesto, la identidad andaluza queda reducida, y degradada, a un acento, lo que es compartido por muchos destinatarios del anuncio -que sufren lo que Frantz Fanon denominó síndrome del colonizado- e incluso, de forma entusiasta, por los aludidos progres». Continúa el catedrático explicando que «estos siguen bebiendo (no sé si como coartada para su esterilidad política) en un economicismo paleomarxista que reduce lo nacional, como también el género y lo étnico, a un simple tinte de la lucha universal de clases». Consecuentemente con ello, afirma Moreno, «celebran que la identidad andaluza sea folklorizada, una vez más, ahora través de la imagen de una artista jerezana, fallecida hace ya tiempo, a la que se atribuye mucho «poderío» (otra palabra-talismán que evita tener que tratar en serio sobre la cuestión del poder)».

La lógica de las grandes corporaciones

El catedrático manifiesta que «mucho más grave que el anuncio en sí -que responde perfectamente a la lógica de las grandes corporaciones trasnacionales de pensar globalmente y actuar localmente, son estas lecturas e interpretaciones que están haciendo de él ciertos sectores políticos con intereses muy concretos y sus comunicadores con sueldo o por afición». Profundiza en este sentido argumentando que «el objetivo es, una vez más, banalizar el andalucismo para abortar su fuerte potencialidad política y convertirlo en folklore amable, en un campo no conflictivo o, cuando más, en una simple cuestión de acento».

Por último, como sevillano, el profesor confiesa beber Cruzcampo, «a ser posible de barril y bien fría». Reconoce que «puede que algunos progres le acusen, por ello, de contradictorio», pero le da igual. «Lo que me indigna es que ellos quieran dinamitar nuestra identidad andaluza degradándola a acento. Ya está bien».

Licenciado en Periodismo. Actualmente en Sevilla Actualidad y La Voz de Alcalá. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.

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