Plantación de arroz en Doñana - Europa Press

Los arroceros de las marismas del Guadalquivir han recibido las lluvias de los últimos días con satisfacción, pero también con algo de preocupación teniendo en cuenta que los embalses situados en las provincias de Córdoba y Jaén, desde donde se soltará el agua que necesitarán en verano para la siembra, apenas llegan al 30% de su capacidad de agua embalsada.

Así lo ha señalado, en declaraciones a Europa Press, el presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Mauricio Soler, quien ha explicado que tras la última cosecha, que finalizó a finales de noviembre y que «solo dio para cubrir gastos», ahora las tierras están en barbecho hasta que «se sequen en primavera» y puedan volver a entrar a cultivar con los tractores.

De esta manera, la incertidumbre sobre cuánta superficie se podrá sembrar para la próxima cosecha continúa y toca esperar a que siga lloviendo el mes de marzo y abril para conocer si se podrá sembrar el 100% de las hectáreas.

Cabe recordar que en la campaña de 2024 se pudo sembrar un 68% de un total de 37.000 hectáreas, por lo que se pudo «recuperar una cierta normalidad» tras años anteriores «muy complicados», un dato importante teniendo en cuenta que diez municipios en la provincia de Sevilla viven directamente o de forma parcial del cultivo del arroz.

Para hacer frente a la situación cíclica de falta de agua, el gerente de esta misma federación, Eduardo Vera, en una entrevista en Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, reclamó la construcción de nuevas infraestructura hidráulicas y lamentó la pérdida de agua al mar a través del río tras las precipitaciones descargadas en febrero. En este sentido, ha apostado por medidas eficientes como la utilización de aguas regeneradas y desaladoras.

Asimismo, el sector arrocero sevillano siempre llama la atención sobre la capacidad de «devolver cristalina el 75% del agua que capta con materiales en suspensión», lo que les convierte en «un filtro del río», además de ser «la despensa de Doñana» ayudando a su diversidad de flora y fauna.

Por último, sobre los aranceles en Estados Unidos con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Vera ha sostenido que el país norteamericano «no es uno de los principales destinos del arroz sevillano» y más sabiendo que «Europa es deficitaria de arroz, tiene que entrar algo de arroz de fuera». No obstante, se ha mostrado a favor de una «competencia sana» y reducir los aranceles «a los menos posibles», y ha abogado porque la soberanía alimentaria tiene que estar «blindada».

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