La Guardia Civil investiga a una persona como el presunto kamikaze que recorrió el pasado 11 de enero ocho kilómetros en sentido contrario en la A-7. Al autor de tal temeridad se le podría imputar por un delito contra la seguridad vial para evitar un control de carreteras, así como un delito de desobediencia a un agente de la Autoridad.
El pasado día 11 de enero, la Guardia Civil desplegó un control antidroga en el del kilómetro 367 de la A-7, a la altura de la Mamola (Granada), para los vehículos que circulaban dirección Almería. Durante el control los agentes vieron cómo un turismo BMW de color negro frenaba en seco, se daba la vuelta en la calzada y huía a gran velocidad en sentido contrario al de la circulación en un movimiento propio de un kamikaze en la A-7.
El conductor puso en peligro la vida de los ocupantes de los numerosos vehículos que se cruzaron con él durante ocho kilómetros, hasta el kilómetro 359, en la salida de Castillo de Baños (Granada), donde momentáneamente abandonó la autovía para reincorporarse a ella y continuar la huida hacia Granada por los carriles correctos.
Localización del kamikaze
A partir de estos hechos, los agentes pusieron en marcha varias gestiones para localizar el vehículo fugado e identificar a su conductor. Los investigadores solicitaron al Centro de Control de Tráfico de Málaga las matrículas de todos los vehículos que circularon por la autovía en la franja horaria en la que se produjeron los hechos, así como también las imágenes grabadas por las cámaras situadas en el tramo en el que se produjo la conducción en sentido contrario.
Tras el estudio de dichas imágenes, los agentes averiguaron la matrícula del vehículo, que el coche estaba matriculado en Granada y que pertenecía a un vecino de la capital granadina.