Quirze Codina Estevadeordal es el nombre del artista que regaló a todos los onubenses de Matalascañas una obra de arte sobre la arena de la playa el pasado 6 de enero. El catalán, que recorre litorales a lo largo y ancho del planeta, plasmando su arte efímero, dibujó un mandala tan solo con un rastrillo en este rincón de la playa de Matalascañas. Cinco horas de trabajo que la marea se encargó de borrar en sus idas y venidas, pero que quedaron inmortalizadas en las instantáneas que el artista compartió en su página de Facebook.
Según cuenta en una entrevista con ABC de Sevilla, Estevadeordal comenzó su trayectoria como artista hace cinco años en Zanzíbar, Tanzania, debido a un mal de amores. Cuenta que cogió un rastrillo y escribió en la arena el nombre de la persona por la que suspiraba. 50 metros de largo midió el nombre escrito en la arena. Y le funcionó. Desde entonces, ha continuado practicando y de hobby, ha pasado a pasión.
Se trata de un arte que requiere su tiempo, cuenta, pues debe esperar un mes cada vez que tiene una idea debido a las mareas. Durante ese tiempo, piensa cuál será su próximo destino y planea su siguiente dibujo. El artista, nacido en Málaga, ha confesado a ABC que las playas onubenses le han dejado «prendado». Sin embargo, no ha sido el único que ha vivido esa fascinación, ya que al crear su obra el Día de Reyes, Sus Majestades hicieron una visita a esta playa y se sacaron varias fotografías.
Además de la belleza de sus creaciones, estas llevan implícitas un mensaje ecológico, un tema que preocupa al artista. Es por ello que todas sus publicaciones van acompañadas de un mensaje concienciador.
En sus declaraciones al citado medio, cuenta que siente alivio cuando la marea se lleva sus dibujos: «¿Quién soy yo para que una obra de estas dimensiones, de dos o tres mil metros cuadrados, perdure?». En su página de Facebook se puede encontrar la cronología, acompañada de elementos audiovisuales, de todos los lugares que ha recorrido plasmando su arte.