Tras la llegada al mar de la colada de lava del volcán de La Palma, una nueva lengua magmática preocupa a los habitantes de La Palma. Esta ha aparecido a tan solo unos metros del centro de erupción y es más fluida que la principal. Debido a ello, y a la pendiente de la zona, se está precipitando rápidamente ladera abajo.
Según lo previsto, esta nueva colada tenderá a unirse con la principal y no se esperan daños a nuevas zonas. Lo que sí será clave es el lugar en el que ambas coladas confluyan, un aspecto importante para evitar la destrucción de nuevas casas y terrenos. Hasta ahora esta nueva lengua no ha causado destrozos, pero tiene puestos todos los ojos en la dirección que tome esta noche. Asimismo, se ha producido un nuevo «dedo» en la colada que ya ha llegado al mar.
Según la experiencia de otros volcanes, esta nueva lengua podría haberse producido por un desbordamiento del material magmático del cráter principal.
Casi mil edificaciones dañadas
El satélite Copernicus ha mostrado que 981 edificaciones han sido ya dañadas por la lava. De igual forma, se ha detectado una alta concentración de dióxido de azufre en el aire, algo que no supone un riesgo para la salud, según informa el Departamento de Seguridad Nacional.
Lo que sí podría conllevar un riesgo para la población es la alta probabilidad de incendios, según ha alertado el Gobierno de Canarias a través de la Dirección General de Seguridad y Emergencias. Esta ha declarado la situación de alerta por riesgo de incendios forestales a partir de este mismo viernes. La alerta se extiende, además, a las islas de El Hierro, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria.
A pesar de que la época de peligro alto de incendios terminó este jueves, el Gobierno canarios actualizó esta declaración por un nuevo episodio de calor causado por la lava.
El delta sigue creciendo
La lava sigue precipitándose al mar y agrandando el delta que comenzó a formarse hace unos días. Este hecho, previsiblemente, provocará que la isla crezca por su parte suroeste.