El presidente del Consejo de Participación de Doñana, Miguel Delibes, ha anunciado este lunes que renuncia a sus funciones dentro de esta entidad, por «petición propia» y por «el desgaste de la lucha por conseguir un acuerdo y la retirada de la proposición de ley».
Así lo ha asegurado en la atención a los periodistas previa a la reunión que celebra este lunes el Consejo de Participación, donde ha confirmado que el de este lunes será «mi último consejo» y que ha sido por «decisión personal».
«La verdad es que lo pedí yo, estoy cansado. Fue un desgaste personal grande para mí la lucha por conseguir un acuerdo y la retirada de la proposición de ley que iba a cambiar los regadíos en el entorno de Doñana y ahora mismo tengo la sensación de que, como las cosas son difíciles, van despacio, hace falta una persona con más energía, con más fuerza, para dar ese empujón adicional que creo es necesario».
Asimismo, ha señalado que tiene «una sensación a ratos incómoda de que podemos haber entendido la paz que se ha generado a través del acuerdo como un fin, cuando era solo un medio para conseguir un cambio para mejor en la comarca«. «Las cosas van bien, el secretario de Estado, Hugo Morán, ha dicho que estamos dentro de los planes de las previsiones temporales, pero mi sensación es que hay que correr más«, ha añadido.
«Esa es mi sensación respecto a Doñana. Hemos corrido mucho, nos hemos desgastado mucho, yo he dejado muchos pelos en la gatera, que se dice, para conseguir el acuerdo del que ahora disfrutamos y que festejo porque hay una tranquilidad que permite trabajar mejor y que es muy positiva para todos. Pero eso no hace que Doñana esté mucho mejor. Hay que trabajar por lo menos el doble y el doble de rápido», ha subrayado.
Que el Consejo siga funcionando
Así, ha agradecido las palabras del consejero de Sostenibilidad y del secretario de Estado por su despedida, pero ha insistido en que «lo más importante» es que el Consejo «siga funcionando». «Hoy es un consejo más, el relevo del presidente es algo normal. Yo he estado algo más de once años, que es mucho tiempo de lo normal. Ha sido un honor para mí, pero estoy convencido de que el Consejo de Participación es el marco más idóneo para forjar acuerdos que luego se puedan desarrollar en otros sitios, es verdad que no es ejecutivo, pero puede facilitar las cosas para que disminuya la tensión y se trabaje con más comodidad», ha manifestado.
En este sentido, ha señalado que lo que más recuerda de su etapa es que se encontró una Doñana «ilusionada con llegar a un acuerdo que fue obtenido casi por unanimidad sobre el plan de los regadíos en el entorno», el Plan de la Corona Forestal, que luego «debo decir, y ya lo he dicho más veces, ante mi sorpresa, pues ha sido más respetado y valorado por quienes no lo votaron entonces que por quienes lo habían votado», toda vez que ha insistido en que «todo el mundo parecía congratularse de aquello», pero «no lo hemos desarrollado como deberíamos».
Cambio climático
«Por lo demás, Doñana se ha ido fijando. El cambio climático global, mundial, no ayuda. Llevamos unos once años, casi tantos como yo en la Presidencia, de sequía prolongada y esto hace que la urgencia por trabajar cambiando la dinámica de las cosas sea cada día mayor. Por ello, hace falta alguien más que empuje, que recuerde, que aparezca, que llame la atención, que presione desde este consejo de participación», ha señalado.
Al respecto, ha indicado que «hay una hoja de ruta», que es el plan de la Corona Forestal de Doñana y «unos marcos que ha propuesto el Ministerio y la junta para facilitar que ese decreto se cumpla ayudando a los agricultores», pero «tiene que correr más probablemente asumiendo riesgos».
«Entiendo que es difícil, sé que es muy complicado, yo mismo no tengo claro cómo habría que hacerlo, si lo tuviera probablemente seguiría en el Consejo de Participación, pero creo que entre todos lo podemos abordar. Lo que creo es que hay que reconocer la situación, asumir riesgos para avanzar más deprisa para revertirla», ha finalizado.
Junta y Gobierno valoran su labor
Por su parte, el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández Pacheco, ha definido a Delibes como «una persona que siempre ha antepuesto, a lo largo de toda su carrera profesional, el interés de la salvaguarda de los valores ecológicos de este espacio natural», por lo que en nombre del Gobierno de la Junta de Andalucía «no podemos más que agradecerle el trabajo, agradecerle la colaboración».
«Quiero agradecerle la predisposición que siempre ha tenido a lo largo de estos dos años que llevo al frente de la Consejería para juntos colaborar y avanzar en beneficio del espacio. Creo que el mejor homenaje que podemos hacer a Miguel Delibes es seguir trabajando con ese espíritu que él siempre ha defendido, el del diálogo, el del espacio de consenso, el del marco común que lleve a todas, administraciones, colectivos, asociaciones, federaciones, en definitiva, a la sociedad civil que viene representada en este Consejo de Participación a trabajar juntos, unidos, en defensa de Doñana», ha remarcado
Asimismo, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha destacado que Delibes asumió «la responsabilidad no menor de conciliar los intereses que confluyen en torno a Doñana» y que, «sin duda, han llevado a poner en marcha un mecanismo de cooperación reforzada que aflora como consecuencia de la firma del acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para conseguir que la Doñana que fue vuelva a ser».
«Y no ha sido un proceso fácil, y no hubiese sido posible llegar a donde hemos llegado si no hubiese estado sobrevolando, por encima de todo ese tiempo, la figura paternal de Miguel Delibes, que ha tratado siempre a Doñana como a un hijo y que ha querido que el espacio fuese uno de los mejores legados que España legue hacia el futuro al conjunto de la sociedad», ha subrayado.