Greenpeace y Ecologistas en Acción han convocado una manifestación, que coincide con los 26 años del desastre ecológico de la mina de Aznalcóllar, para mostrar su rechazo al proyecto de la empresa Los Frailes S.L, que para poder reabrir la mina aseguran que verterá en el Río Guadalquivir más de 80.000 millones de residuos tóxicos en los que se encuentran sustancias como cadmia, pomo, arsénico y mercurio entre muchos otros.

La manifestación se celebrará este jueves 25 de abril a las 18:00 horas junto al Monumento de la Tolerancia. Seguidamente se registrará en la Delegación del Gobierno un manifiesto dirigido al Consejero de Industria, Energía y Minas firmados por diversas entidades donde se le pedirá la no apertura de la Mina de Aznalcóllar y los vertidos.

Ecologistas y biólogos especializados en Genética Microbiana y Molecular avisan de que este acontecimiento no solo tendrá repercusiones a la fauna y la flora del lugar, sino que influirá directamente sobre los vecinos. El lugar en el que se realizaría el vertido de los residuos sería en La Corta de La Cartuja, frente al Estadio Olímpico. Estos alcanzarían casi todo el estuario del río Guadalquivir pasando por los municipios de Sanlúcar la Mayor, Valencina, Olivares, Salteras y Santiponce alargándose hasta la desembocadura del río en Sanlúcar de Barrameda.

Para el vertido, la Junta plantea la aprobación del proyecto que consistiría en la extensión de un tubo de 30 kilómetros por el río a través de los citados municipios. Al mismo tiempo, el Gobierno andaluz está estudiando la posibilidad de extraer agua directamente del río Guadalquivir para el consumo humano en temporadas de sequía, agua que estaría contaminada por los vertidos. Los más de 80.000 millones de litros tóxicos se verterían en el río durante los próximos 18 años y medio y afectarían también al Parque Natural de Doñana.

Podemos pide al Defensor del Pueblo que interceda

La líder de Podemos Sevilla y concejala en el Ayuntamiento, Susana Hornillo, ha realizado este miércoles una solicitud dirigida al Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, para que intervenga ante la decisión del Partido Popular. La concejala ha acusado al alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, de «cooperador necesario» para que lleguen estos vertidos tóxicos que van a envenenar el Guadalquivir.

Podemos asegura que la reapertura de la mina 26 años después de la catástrofe ambiental de Aznalcóllar y la aprobación del vertido «tóxico» al Guadalquivir está generando una «gran respuesta» social y, hasta la fecha, «más de 30 colectivos» ecologistas, sociales y partidos políticos como Podemos, Los Verdes Andalucía, Alternativa Republicana o Equo Verdes ya han suscrito el manifiesto impulsado por Ecologistas en Acción y Greenpeace contra este proyecto.

La Junta sostiene que «no habrá vertidos tóxicos»

En respuesta a las preocupaciones planteadas por los ecologistas, Jorge Paradela, consejero de Industria, Energía y Minas, ha afirmado que los parámetros del vertido se encuentran dentro de los estrictos marcos normativos.

En sus declaraciones a los medios, Paradela reconoció la complejidad de los proyectos mineros y destacó que están avanzando con cautela. Sin embargo, transmitió tranquilidad al asegurar que esta nueva mina es completamente diferente a la que causó una catástrofe ambiental en 1998.

Explicó que se trata de una mina subterránea y polimetálica, utilizando tecnología avanzada que ha evolucionado significativamente. Paradela enfatizó que no habrá balsas de residuos ni explotación a cielo abierto, subrayando que el agua será tratada adecuadamente.

Además, el portavoz del Gobierno andaluz y consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, ha respaldado el proyecto, asegurando que se implementarán las máximas garantías medioambientales. Ha destacado que no se verterá agua al Guadalquivir hasta que la estación depuradora esté en funcionamiento.

La empresa minera prevé «la menor huella hídrica»

Por su parte, Minera Los Frailes, la entidad responsable del proyecto minero, ha defendido la inversión adicional en una estación depuradora de última generación y una nueva infraestructura de gestión hídrica para abordar los problemas ambientales heredados de la antigua operación minera.

El director de operaciones de Minera Los Frailes, Miguel Ángel González, ha asegurado que el proyecto busca resolver de manera sostenible los problemas ambientales existentes en el complejo minero abandonado. González afirma que la reactivación de la mina es respetuosa con la calidad del agua del Guadalquivir y cumple con normativas ambientales rigurosas.

El proyecto, según González, se centra en la minería de interior para reducir el impacto visual y la huella hídrica. Se valorizará el agua de los pasivos para el proceso metalúrgico y se eliminarán las presas de lodo, restaurando la corta de Aznalcóllar de manera integral.

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