El 60% de los colegios concertados de Andalucía cobran una cuota a las familias de 453 euros de media, según  el informe ‘El coste de acceso a la escuela concertada en España: las cuotas que pagan las familias y sus causas’, elaborado por Esade.

En España, el 90% de los centros concertados de mayor tamaño cobran cuota a las familias, mientras que en los centros medianos y pequeños la proporción baja a entre un 60% y un 70% de los colegios.

El informe de Esade destaca que el cobro de cuotas en los centros concertados «son ilegales en teoría pero habituales en la práctica». La investigación recoge dos bases de datos elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE): la primera mira al fenómeno desde el lado del pago de cuotas (familias) y la segunda desde el lado del cobro (centros educativos).

El estudio pone de manifiesto que, a día de hoy, «no hay gratuidad universal para acceder a la escuela concertada» en España. Además, la concertada, escolariza en una proporción mucho menor al alumnado de renta baja y origen migrante, lo cual «daña significativamente la igualdad de oportunidades y la equidad, uno de sus objetivos fundamentales».

«Cuotas ilegales en teoría pero habituales en la práctica»

La razón principal que explica la no gratuidad es el sistema de financiación establecido para la escuela concertada y una regulación más laxa de sus servicios. «Ambos incentivan el cobro de cuotas, que son ilegales en teoría pero habituales en la práctica», señala el documento de Esade.

Dependiendo de la etapa educativa, entre un 81% y un 95% del alumnado paga cuotas, según datos de la Encuesta de Gasto de los Hogares en Educación (EGHE), realizada por última vez en 2019/2020.

La cuota media se encuentra entre los 680 y los 860 euros al año por alumno, lo que supone una cantidad total entre los 947 y los 1186 millones de euros para las tres etapas (Infantil, Primaria y ESO), dependiendo de la definición de cuotas que se use.

El 70% de las cuotas se concentra en Cataluña, Madrid y País Vasco

En cuanto a las comunidades autónomas, el grueso de las cuotas (70%) se concentra en Cataluña, Madrid y País Vasco, donde más del 90% de las familias que acceden a centros concertados pagan cuotas. El porcentaje es algo menor en el caso de la Comunidad Valenciana (82% de las familias) y se reduce significativamente para Andalucía (60%).

La cuota media por alumno al año es de 1696 euros en Cataluña, 1156 euros en la Comunidad de Madrid, 959 euros en el País Vasco, 597 euros en la Comunidad Valenciana y 453 euros en Andalucía. Cataluña, seguida del País Vasco y Madrid, son las comunidades autónomas con mayor homogeneidad en el pago de cuotas entre familias, mientras que Andalucía muestra el reparto más desigual.

La Encuesta de Financiación y Gasto de la Educación Privada (EFGEP), analiza el cobro de cuotas por parte de los centros educativos concertados y las razones por las que lo hacen, revelando que la financiación es «extremadamente desigual», con un 20% de centros con resultado económico negativo o esencialmente cero, otro 50% con un resultado económico positivo e inferior a los 300 euros por alumno al año y un 30% que tienen una clara situación de sobre-financiación.

El porcentaje de centros que cobra cuota oscila entre un 66% y un 75%, dependiendo de la etapa educativa, según apunta el informe, que señala que la probabilidad de cobro de cuotas y la magnitud de la cuota pagada «es mayor en los centros con peor y mejor financiación, y más bajo en la zona intermedia de la financiación».

Motivos del cobro de cuotas

Entre las razones por las que los centros educativos cobran cuotas, en el estudio se identifican tres: centros infrafinanciados que cobran cuota para sobrevivir; centros adecuadamente financiados que cobran cuotas para hacer frente a gastos no concertados (esto es, partidas de gasto no contempladas por las administraciones educativas y que permiten ampliar los servicios ofertados); y centros bien financiados que cobran cuota por diferenciación o beneficio económico.

Al realizar un análisis específico para las cinco comunidades autónomas con mayor presencia del sector concertado, señala que los colegios concertados en Andalucía se caracteriza por: una financiación baja respecto a la media nacional, unos gastos no concertados razonablemente contenidos en la mayor parte de la distribución de financiación y, el nivel más bajo de cuotas de entre todas las CCAA consideradas.

Cataluña muestra una financiación de la red concertada muy polarizada (centros muy bien financiados o muy mal financiados) y un cobro de cuotas casi universal que responde con la misma herramienta a realidades económicas opuestas, ya sean las de infrafinanciación o las de diferenciación de la oferta o beneficio económico .

En la Comunidad de Madrid, hay una relación muy fuerte entre el cobro de cuotas y el resultado económico (los centros mejor financiados tienen una mayor probabilidad de cobrar y cobrar cantidades altas) y una enorme importancia del tamaño de centro para entender las dinámicas de cobro de cuotas.

Por su parte, la Comunidad Valenciana presenta una relación positiva entre el cobro de cuotas y el resultado económico, una enorme importancia del tamaño de centro para entender las dinámicas de cobro de cuotas y una proporción elevada de centros con infra- financiados (casi un 40%) con cuotas bajas que viven situación precaria a nivel financiero.

Por último, el País Vasco presenta niveles de financiación muy elevados en relación con la media nacional y la proporción más baja de centros infrafinanciados. También se observa una relación más débil entre el tamaño del centro y el cobro de cuotas y, sobre todo, una enorme importancia de los gastos no concertados, los más elevados de todas las CCAA analizadas, que constituyen la razón principal para el cobro de cuotas.

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