El psicólogo del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla Damián Uroz Garelli señala el suicidio como primera causa de muerte no natural entre los jóvenes andaluces. Tal es así que, de los 5042 intentos de suicidios atendidos en las urgencias de Andalucía en 2022, casi un 8% eran menores de edad, observándose un descenso en la edad de inicio de esta conducta por debajo de los 15 años y una incidencia mayor en niñas adolescentes que en niños.
Estas declaraciones surgen en el marco de la IV sesión de la ‘Escuela de Paciente de Salud Mental’ organizada por los servicios de Psicología de los hospitales privados Quirónsalud en Sevilla —Quirónsalud Infanta Luisa y Quirónsalud Sagrado Corazón— con el objetivo de que sirva de punto de encuentro y reflexión entre psicólogos, padres, educadores, adolescentes y cualquier persona interesada en adquirir conocimiento e información sobre las enfermedades de salud mental para su prevención, detección y tratamiento.
En concreto, esta sesión tendrá lugar en el salón de actos del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla este martes 9 de abril, a las 19,00 horas, donde Damián Uroz Garelli abordará el tema de la conducta suicida entre los jóvenes. La entrada será libre hasta completar aforo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la conducta suicida como un grave problema de salud pública, que es posible prevenir. En este sentido, el especialista aclara que la personalidad de un individuo, sus consecuentes procesos de salud y enfermedad es una intrincada suma de factores biológicos, sociales y del desarrollo psicológico individual.
Teniendo en cuenta las anteriores premisas, Uroz Garelli manifiesta que, sin descartar factores comunes, como la sociedad dónde vivimos o ciertos rasgos psicobiológicos, es importante atender al individuo en su dimensión específica. “Así podemos pasar a establecer algunas generalizaciones que no deben tomarse como parámetro único e inexpugnable”, incide.
El psicólogo Uroz Garelli especifica que el comportamiento suicida es multicausal, por ende, el origen de los hechos causales puede ser casi infinito, aunque sí se puede afirmar que tiene influencia social. “Claramente hay circunstancias propias de nuestra época y nuestra cultura que están potenciando el malestar y el consecuente comportamiento suicida”, apunta el especialista.
De este modo, a su juicio, se puede clasificar la burla, el desprecio por parte de sus allegados, la soledad y el maltrato repetido, como por ejemplo el ‘bullying’, como la principal causa de esta conducta suicida en niños y adolescentes, siendo el consumo de sustancias, el entorno familiar o la presión social algunos de los factores de riesgo a destacar. Asimismo, el experto alerta de que las redes sociales pueden ser una vía rápida para que aquellos que presenten comportamientos de tipo suicida puedan encontrar facilitado el acceso a la información para saber cómo llevarlo a cabo.
Además, desmiente tanto que el estrés pueda provocar en sí este tipo de comportamientos como el mito ‘el que avisa no lo hace’, ya que “no hay reglas nomotéticas porque se puede avisar o no, puede ser impulsivo o planificado”. “En general, cualquier adulto que note alteraciones que le despierten sospechas debería recurrir a un servicio de salud mental”, apostilla.
Por último, Damián Uroz Garelli aconseja que la consulta de psicología debe ser entendida casi como cualquier otra disciplina sanitaria, al tiempo que recomienda consultar a un psicólogo al menos una vez al año para poder prever cualquier malestar que pueda generarse.