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Las protestas multitudinarias por la implantación de la PAC en toda Europa han sacudido el Consejo de Agricultura celebrado esta semana en Bruselas. El eterno dilema entre el medio ambiente y la sostenibilidad de los precios es un abismo que separa a políticos y agricultores. Una distancia que la UE pretende recortar aliviando la carga administrativa de la nueva Política Agraria Común, involucrando más al sector afectado en el diseño de medidas, e insistiendo en que «Europa escucha y toma nota», como se ha recogido en las conclusiones del pasado 26 de febrero y pondrá en marcha las medidas de urgencia durante el mes de marzo.
Esta declaración de intenciones aún no convence al sector que sigue movilizado e incrédulo, ya que se centra en descargar los procesos administrativos de varias de las buenas condiciones agrícolas y medioambientales (BCAM) que contempla la PAC para poder ser beneficiario de la misma y no tanto en otras reivindicaciones como la competencia desleal, o el desequilibrio entre los costes de producción y las ganancias netas para el agricultor.
Simplificación de procesos administrativos de la PAC
Durante su reunión, el Consejo acogió con satisfacción las recientes decisiones anunciadas por la Comisión como la exención parcial de las normas sobre tierras en barbecho, la BCAM 8. Ésta exige que se debe mantener un 4% de la explotación agraria en barbecho, sin embargo, se ha relajado tal condicionamiento solo para el año 2024 y se considera que si se cultivan plantas fijadoras de nitrógeno, o cultivos sin productos fitosanitarios en el 4% de las tierras de cultivo, se cumple con dicha norma.
Otra medida bienvenida por los ministros es la próxima revisión por parte de la Comisión de la metodología para evaluar la calidad del Sistema de Monitoreo de Área (AMS). Un sistema basado en el análisis automatizado de imágenes de satélite de Copernicus. Esta revisión, prevista para marzo de 2024, ayudará significativamente a reducir el número de visitas a las explotaciones por parte de las administraciones nacionales, en algunos casos hasta en más de un 50%.
La causa mayor de Andalucía, la sequía
La nueva PAC recoge el concepto jurídico de ‘causa mayor’, el cual garantiza que a los agricultores que no puedan cumplir todos los requisitos de la PAC debido a acontecimientos excepcionales e imprevisibles no se les impondrán sanciones. En Andalucía, la sequía será por desgracia dicha causa mayor.
En cualquier caso, se ha hecho mucho hincapié en la próxima encuesta dirigida a los agricultores que la Comisión pondrá en marcha en marzo, con el fin de garantizar que se escuchen sus voces.
Más flexibilidad
También se presentaron modificaciones en la BCAM 1, por la cual se podría pedir a los antiguos ganaderos con grandes superficies de pastos que se habían visto obligados por las perturbaciones del mercado en el sector cárnico y lácteo a pasarse a la producción de cultivos herbáceos que reconvirtieran sus tierras cultivables en pastos permanentes. Esto podría provocar una pérdida de ingresos para esos agricultores.
La reformulación establece que se tengan en cuenta los cambios estructurales causados por la reducción del ganado y que los agricultores sin ganado no estén obligados a reconvertir tierras cultivables en pastos o pradera.
En lo que respecta a BCAM 6, cuyo objetivo es evitar los suelos desnudos en los periodos más sensibles, el Consejo insta a la Comisión a revisar las prácticas posibles para cubrir los suelos, con el fin de tener en cuenta las características regionales, de modo que los agricultores puedan beneficiarse de una mayor adaptabilidad. Se sabrá más en abril.
Otros aspectos
Por otro lado, también se ha acogido positivamente en dicha cumbre la retirada de la propuesta para un reglamento sobre el uso sostenible de pesticidas (SUR). Tal reglamento perseguía reducir a la mitad el uso de plaguicidas para 2030. También preveía la prohibición total de estos productos en zonas sensibles, como los espacios verdes urbanos y las áreas Natura 2000. Pero está claro que no es el momento, tras una crisis económica devastadora como la del covid, la guerra de Ucrania y la inflación disparada.
En esta línea, el Consejo también ha acogido con satisfacción las salvaguardias adicionales en la propuesta de renovación de las medidas comerciales autónomas para las importaciones procedentes de Ucrania, otro aspecto que llevaban reclamando los agricultores meses por, a su parecer, incurrir en una ventaja demasiada alargada en el tiempo.
Apuesta verde tajante
Todo esto ocurre, mientras el tren del Pacto Verde Europeo no se frena como gran apuesta de la Comisión von der Leyen cuyo horizonte es conseguir una UE climáticamente neutra en 2050, por lo que, por muchas vueltas que se de a la nueva PAC, no parece que vaya a haber relajación en asuntos de cuidado y respeto del medioambiente.
Tanto es así, que esta misma semana el Parlamento Europeo ha aprobado dos leyes importantísimas en este terreno: la Ley de Restauración de la Naturaleza que busca recuperar paulatinamente hasta 2050 el 90% de áreas terrestres y marítimas degradadas en la UE, así como una nueva ley que actualiza los delitos contra el medioambiente. La nueva directiva que entrará en vigor en dos años contempla delitos individuales que podrán castigarse con hasta diez años de cárcel, o multas para empresas de hasta el 5% de su facturación mundial, entre otros.