La jueza del caso de asesinato de dos guardias civiles en Barbate ha ratificado en su auto que las cámaras del puerto sitúan a los detenidos en la narcolancha con la que se cometió el ataque a los agentes. También ha sido crucial el relato de los testigos presenciales, así como la pintura roja encontrada en la embarcación.
Según este mismo auto, los ocho detenidos admitieron el delito por tráfico de drogas y que estaban en la lancha, pero acusaron a otra embarcación que había en la zona de ser la que embistió la zodiac de la Guardia Civil, negando así su implicación en la muerte de los dos agentes.
El relato de los testigos
No obstante, las pruebas recabadas por los testigos presenciales de la noche del ataque determinan que en el puerto de Barbate había seis narcolanchas pero sólo una de ellas era la de los detenidos, la de grandes dimensiones con cuatro motores y dos antenas de radar blanca en la popa.
Según los testigos, fue esta embarcación la que se acercó «de forma violenta» a la zodiac, arremetiendo «en dos ocasiones a gran velocidad» contra la misma. Los tripulantes llevaban además ropa de agua y cascos y el que gobernaba la embarcación llevaba una chaqueta de color rojo.
Persecución policial de 16 horas
Después de arrollarles, la narcolancha emprendió la huida de la zona, en una persecución policial que duró 16 horas hasta que fueron detenidos en la mañana del sábado. Durante esas horas la embarcación de los narcos realizó varias paradas, una primera cerca de la playa de la Alcadeisa, en La Línea de la Concepción, para posteriormente, desembarcar tres tripulantes en el puerto de Sotogrande, en San Roque. Estos fueron los primeros detenidos en la noche del viernes por el dispositivo montando por la Guardia Civil.
Los otros tres tripulantes, entre los que se encontraba el que manejaba la narcolancha, conocido como Kiko ‘El Cabra’, continuaron por mar hasta llegar a la playa de la Línea de la Concepción, donde huyeron a pie. Según el auto, cuando estos tres sospechosos fueron detenidos, tenían la ropa mojada y uno de ellos llevaba un abrigo rojo, un dato que coincide con lo declarado por los testigos en el puerto. Además, los agentes que los arrestaron percibieron en ellos un fuerte olor a gasolina.
Niegan haber causado la muerte de los agentes
Los detenidos reconocieron en su declaración ante la jueza los hechos expuestos desde el momento de la salida del puerto de Barbate, aunque negaron que opusieran resistencia en el momento de la detención, «a pesar de que consta en el atestado de la Guardia Civil».
También reconocieron el delito de contrabando, pero negaron que su embarcación fuera la que causó la muerte de los dos guardia civiles, «atribuyendo a otra embarcación de cuatro motores que también dicen se encontraba en el lugar».
Prisión para los detenidos
El pasado lunes, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate, en funciones de guardia, ordenó a petición de la Fiscalía y de la acusación particular ejercida por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para los seis tripulantes de la narcolancha.
Cada uno de estos seis detenidos está siendo investigado por dos delitos de asesinato, cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa, seis delitos de atentado agravado, un delito de contrabando y un delito de resistencia grave a agente de la autoridad.
Los otros dos individuos, que fueron arrestados cuando iban a recoger a los seis tripulantes en Sotogrande con un vehículo, salieron en libertad provisional tras prestar declaración ante la autoridad judicial y con la obligación de comparecer en sede judicial el día 1 de cada mes. Estos dos detenidos están siendo investigados por presuntos delitos de encubrimiento y resistencia a agente de la autoridad.
Los agentes fallecidos
Los agentes fallecidos son Miguel Ángel González Gómez, de 39 años, natural del municipio gaditano de San Fernando, miembro del Grupo de Especialistas en Actividades Subacúaticas (GEAS), con pareja y una hija; y David Pérez Carracedo, de 43 años, natural de Barcelona, integrante del Grupo de Acción Rápida (GAR), con mujer y dos hijos.
Este viernes la Fiscalía Provincial de Cádiz acordó incoar la apertura de una investigación penal para identificar a los autores que vertieron expresiones y mensajes jaleando a los narcotraficantes que arrollaron con su embarcación los guardias civiles y que quedaron grabadas en vídeos que fueron subidos a redes sociales.