El Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) de 2024 arrancó en la tarde-noche del martes, 9 de enero, con la primera sesión de preliminares, en la que se dieron cita un total de seis agrupaciones.
Eduardo Bablé, presentador de sala, inauguró la función con un vídeo homenaje a los carnavaleros fallecidos desde el último concurso. En este reconocimiento destacaron los nombres de Francisco Moray, Paquito del Mentidero; Miguel Ángel Resuelo, Willy; Pepi Mayo, costurera y Aguja de Oro de la fiesta; el periodista, Antonio Burgos, o el corista, Julio Pardo fallecido durante el concurso de 2023. «Su bonhomía y dedicación a la fiesta permanecerán en el imaginario de todos», dijo Bablé antes de dar paso a las agrupaciones.
La rendición de los bribones
La primera sesión de preliminares del COAC de 2024 la inauguró Su Gaditana Majestad, El Tango. Fue un coro onubense, «La rendición de los bribones», el primero en aparecer tras el telón del Gran Teatro Falla con una presentación en la que dejaron clara su idea: la lucha del feminismo y la igualdad contra el machismo de «esta colmena vieja roja y gualda».
La agrupación de Los Manolos -que nada tiene que ver con Amigos para siempre– debutó rompiendo el cristal de la primera vez con potencia y calidad vocal. Sobresalió el segundo tango, más acorde con el tipo que el primero, en el que recordaron la victoria española en el Mundial de Fútbol Femenino con una niña que «soñaba ser una más dándole al balón» y «nadó contracorriente» para ser «campeona del mundo entero».
Los cuplés, sobre una herencia de diez litros de aceite y una mujer que se ve arrastrada a la cama del vecino por la borrasca Bernard, sin embargo, ensombrecieron un repertorio que siguió decayendo en un popurrí en el que perdieron un poco el hilo de la idea principal.
Los Atrapaos
La comparsa de los Hermanos Giraldo, también proveniente de Huelva, contaba la historia de unas piezas que se ven atrapadas en un tablero y que, dirigidas por otros hilos, cuando llega el carnaval se liberan y dejan de «ser una pieza más».
Esta agrupación presentó un primer pasodoble en el que trataba temas como la soledad y la salud mental sirviéndose de un hombre que consigue convertir una vida «negra» en una verde esperanza. En la segunda letra, los onubenses declararon que la amnistía les «da igual» y la contrapusieron a otras problemáticas como la subida de los sueldos de los políticos, las pensiones o las listas de espera, asegurando que la primera no va a solucionar las demás.
En la tanda de cuplés, lo más destacable fue el estribillo, un trabalenguas en el que repasaron las casillas del calendario hasta llegar a febrero y el carnaval, «el veneno del que no quiero escapar». Las letras estuvieron dedicadas al aceite y a Rubiales, al que por ser calvo han llamado, según ellos, para protagonizar el anuncio de la Lotería de Navidad. El popurrí fue como el estribillo: un recorrido, una explicación del juego de la vida. Sin duda, una buena idea con la que cerraron una buena actuación de preliminares.
Que ni las hambre las vamo a sentí
¡Y llegó la hora del regreso! José Luis García Cossío, el Selu, volvía después de tres años de ausencia al concurso del Falla. El patio de butacas, las plateas y el gallinero estaban llenos en la primera sesión de preliminares del COAC a la espera de un repertorio de lujo, como acostumbra el autor gaditano. Sin embargo, la vuelta de este grande de la fiesta no ha estado libre de controversia.
La chirigota representa a un grupo de cantaores flamencos en La Cueva del Pájaro Azul, mítico local gaditano, convertido por Manuel Fedriani en cuna del flamenco. La taberna flamenca del teatro, algo distinta a la original, destacó por sus cuadros, en ellos se vieron algunos de los principales rostros políticos nacionales en actuaciones acordes con la temática de la chirigota.
Los pasodobles recordaron al pase de cuartos de Si me pongo pesao me lo dices (2016). Aquel año, el gaditano hizo un repaso por la política local refiriéndose tanto a la alcaldesa saliente como al regidor entrante. En este 2024, ha sido el primero en bromear con el alcalde popular, Bruno García, del que dijo que «aunque tenga que inaugurar un contador en la calle Feduchy, seguro que lleva puesto un traje de Emilio Tucci». Sobre su predecesor, aseguró que «ya no tiene que aguantar a nadie en el Ayuntamiento y tiene por fin una vida placentera».
La actuación continuó con unos cuplés protagonizados por un niño que, aunque no sabe jugar al fútbol, «encaja en el Cádiz perfectamente» y la reina Letizia que, según dijeron, tiene mala leche, pero «por lo menos es sin lactosa». El popurrí fue protagonizado por el absurdo cómico, que comenzó con un clásico Hola, don Pepito y terminó con una silla de enea plegable, pasando antes por un martillo sonoro de colores que hacía las veces de martinete.
El paraíso de Momo
Concluida la actuación del Selu, llegó el momento de la comparsa de Algeciras, que regresaba al Gran Teatro Falla tras varias ausencias. Su autor, Juan Antonio Pozo, optó por una idea típicamente carnavalera: la de un arlequín, que a muchos en redes sociales recordó a aquella Gaditaníssima de Juan Carlos Aragón.
La primera de las letras, de corte andalucista, pidió unidad en nuestra autonomía y seguir la estela de los catalanes que, según dijeron, luchan «por sus ideales». La segunda letra, sin embargo, tuvo una temática más social, al comparar la infancia de los niños de hace décadas, donde el protagonismo estaba en el juego en la calle y «el único psicólogo era tu mejor amigo», y la de los pequeños de ahora, que se han convertido en «presos» de la tecnología.
El Grinch de Cai
Tras la comparsa de Algeciras llegó el turno de la chirigota de el Sheriff, que defendió el título de cabeza de serie. Una idea buena, presentada de una manera excelente, sin decaer en ningún momento, por un autor de primerísimo nivel. La agrupación destacó, desde el primer minuto, por su ritmo, su musicalidad simpática y por la crítica cómica continua. Pese al tipo, Juan Manuel Braza no perdió en ningún momento su característica sonrisa.
Los más destacable fue quizá el segundo pasodoble. Tras un piropo a la ciudad en el que no faltó la crítica por la pérdida de la identidad gaditana, Sheriff quiso recordar la chirigota Caiman y homenajeó al Selu, con el que compartió sesión. El chirigotero, con permiso del resto de agrupaciones, aseguró que «Cai está loquita hoy por dos chirigotas». En el estribillo, la agrupación «cantó las cuarenta» a todo el mundo sin perder el estilo de un grinch de lo más gaditano. Como diría Georgie Dann, «¡Carnaval, te quiero!», aunque con este personaje quizá sea mejor decir «¡Carnaval, tus muertos!»
Vuelve ya el 3×4
La última agrupación de la primera sesión de preliminares del COAC fue la de los Hermanos Pastrana, que quisieron rendir un homenaje al pasodoble de Las viudas. La comparsa, que comenzó con un vídeo protagonizado por el Noli, destacó por un salto notable de calidad con respecto a la edición anterior y sus sones clásicos en todo el repertorio.
Los Pastrana cerraron la función con unos pasodobles de «Cai, Cai». Entre ellos destacó el homenaje a Pepe Silva y la Peña Nuestra Andalucía a la que se refirieron como la resistencia de la «pureza de la ciudad». Los cuplés fueron una oda a la horticultura, concretamente a los «nabos» de un inmigrante, que al empalmarse lo usan como tendedero, y al que se llevó Ismael Beiro en las elecciones.
El popurrí llegó tras un estribillo muy romántico dedicado a Cádiz y a su carnaval. La pieza supo mantener la línea clásica presentada por estos comparsistas, que optaron por un tipo con el que representar a unos compositores tradicionales.
