La agencia australiana de seguridad en el trabajo Safe Work, acaba de recomendar la prohibición del uso de piedras artificiales, como las encimeras de aglomerados de cuarzo, según ha adelnatdo elDiario.es. La recomendación está basada en una revisión de la evidencia científica, ya que supone un riesgo a la hora de trabajar con este material, y concluye que el aumento “drástico” de la silicosis en los empleados australianos está relacionado con el manejo de la piedra artificial.
Según informa elDiario.es, Australia se encabeza como el primer país que estudia una limitación tan estricta de estos materiales, muy populares para encimeras de cocina. Por lo que las restricciones de esta nueva protesta podrían acabar afectando a la empresa almeriense, uno de los grandes productores mundiales y una de las principales empresas de Andalucía que se dedica a la manipulación de piedras artificiales.
La multinacional Consentino fue condenada por no advertir sobre las consecuencias y rechaza las conclusiones del informe. La decisión «no está fundamentada en evidencias científicas sólidas», explica al medio elDiario.es, y estaría priorizando la prohibición en vista de la dificultad para el control, modernización y formación en el sector.
Algunos de los principales países donde la multinacional almeriense también se hace presente es en Israel y Estados Unidos, dos grandes potencias actualmente. Aunque para la empresa hay otro enfoque mejor, que estaría reduciendo la incidencia de la silicosis en países: «La sensibilización, la formación, el cumplimiento de la regulación por parte de empresas y trabajadores, y trabajar con las medidas de seguridad adecuadas como son el corte al agua, el uso de aspiración, la ventilación del espacio de trabajo y los equipos de protección personal».
Silestone es el producto clave de Cosentino que estaba en torno a el 92% de sílice libre cristalina en su versión original y hasta hace poco. Desde hace algunos años, la empresa trabaja en el desarrollo de nuevas líneas que reduzcan ese porcentaje.
Consecuencias para las empresas
Desde los seis Estados australianos y la autoridad federal están valorando varias opciones para regular los conglomerados de cuarzo: «prohibir todos los productos de piedra artificial, prohibir solo aquellos que contengan más del 40% de sílice cristalina o establecer un sistema de licencias para estos últimos. Para retirar, reparar o modificar lo que ya está instalado habría exenciones bajo licencia».
La agencia de seguridad en el trabajo se decanta por la prohibición total, ya que no queda claro que la reducción garantice la seguridad. «No hay evidencia de que la piedra artificial con bajo contenido de sílice represente menos riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores que la piedra artificial con alto contenido de sílice», concluye el informe, que añade: «No hay evidencia toxicológica de un umbral seguro». Esto provocaría el «riesgo de disrupción en el mercado inmobiliario y de la construcción» según la empresa Consentino.
El informe concluye que este material provoca un tipo de silicosis con un inicio y una progresión más rápida. El problema es que el polvo de las piedras artificiales tiene más sílice libre cristalina, y con propiedades que «probablemente contribuyen a que la enfermedad sea más rápida y grave», según el informe australiano.
Cosentino defiende que sus materiales son seguros si se trabajan con las medidas de protección adecuadas, y que la prevención se ha incrementado notablemente en los últimos años, según informa elDiario.es
Desde los últimos meses, la multinacional Consentino ha llegado a acuerdos con sindicatos y asociaciones de afectados. En julio hubo un acuerdo para abonar un plus económico a los trabajadores que desempeñen su actividad en «un puesto donde exista un riesgo potencial de exposición al polvo de sílice». Además. con la Asociación de Perjudicados por la Silicosis de Andalucía también acordó aportar recursos económicos para garantizar una atención psicológica a los afectados. Este acuerdo fue criticado por otras asociaciones.