Macarena Gómez es conocida como la actriz que encarna a Lola Trujillo en la famosa serie televisiva La Que Se Avecina. También ha sido nominada los Goya por mejor actuación femenina y ha protagonizado algunas de las películas españolas más taquilleras. Estos son datos que muchas personas conocen sin necesidad de indagar demasiado en la vida de la actriz. Sin embargo, debido a su prominente acento castellano, muchos desconocen su procedencia: Córdoba.
En una entrevista con Ricardo Moya, conductor del canal de YouTube «El Sentido De La Birra», Gómez reconoce que «nadie me ha obligado a quitarme el acento», en respuesta a la pregunta del presentador sobre si «tuvo complicación» con el mismo para pasar al neutro cuando empezó a actuar. La actriz cuenta, entonces, que sus dos primeros papeles fueron uno de una chica andaluza y otro en inglés, por lo que no tuvo problema.
Sin embargo, cuando empezó a acudir a castings, Gómez cuenta que había «ciertos personajes que cuando los estás estudiando te das cuenta de que no pega que seas andaluza». «Si mi madre es Verónica Forqué y mi hermana es Pepita Jiménez, y las dos son castellanas, no pega que yo sea andaluza», relata la actriz. «Yo me lo he ido quitando porque al personaje no le pagaba, no por otra cosa. A mí nadie me ha obligado a quitármelo». Sin embargo, apunta que fue su foniatra quien, ayudándola a modular la voz, le fue quitando el acento poco a poco.
El caso de Ismael Figueroa
El caso de Macarena Gómez es un caso poco frecuente, ya que la censura del acento suele venir impuesta desde fuera, no ser una autocensura. Es el caso totalmente opuesto del periodista sevillano de la Cadena Ser, Ismael Figueroa, quien aseguró llevar diez años trabajando sin poder hablar con su acento natural.
Figueroa, colgó un tweet en Twitter donde dijo: «No sabéis el peso que me he quitado de encima… Casi diez 10 años después». A esto le añadió un vídeo del momento en que La Ser le permitió, por primera vez en casi diez años, hablar con su acento ceceante.