Málaga ha sido el escenario de otra de las estampas que evidencian las situaciones surrealistas que genera la marea turista: un joven británico fue arrojado por sus amigos al interior de un contenedor subterráneo en pleno centro de la ciudad.

Si bien cualquiera diría que nadie es capaz de tener una idea tan peligrosa y caótica como esta, este grupo de jóvenes demostró una vez más que la mente humana no tiene límites para lo bueno, lo malo y lo estúpido:

Los testigos que presenciaron aquella grotesca escena aseguraron a los servicios de emergencia que habían sido sus propios amigos quienes le habían metido en el contenedor, del que no podía salir aún teniendo los brazos fuera del mismo. El joven se encontraba encajado y posiblemente se estaba haciendo daño. A pesar de los esfuerzos realizados por sus amigos para sacarle de aquel lugar, no fueron capaces de hacerlo, alegando que podrían causarle lesiones.

Finalmente, gracias a la actuación del servicio municipal de limpieza de Málaga, Limasa, se pudo sacar del contenedor a este turista británico. La empresa desmontó parte del contenedor y el joven pudo salir en buen estado y sin precisar atención médica.

Aunque es inevitable que se escape una carcajada al ver estas imágenes, lo cierto es que el turista que decidió comprobar el estado de este contenedor de manera poco ortodoxa ha despertado la polémica, tanto en Málaga capital como en el resto de Andalucía, que también depende del sector turístico y debe soportar la mala educación de algunos visitantes, especialmente los más jóvenes.

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